A poco más de un mes del inicio de la administración de Enrique Peña Nieto, el gobierno de Estados Unidos lo acaba de exhibir por su nulo interés en atacar a las finanzas del narco.
Y es que resulta que el gobierno de Barack Obama, por medio del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, anunció sanciones contra el suegro del Chapo Guzmán, Inés Coronel Barreras, y contra Dámaso López "El Licenciado", uno de sus lugartenientes que lo ayudara a fugarse de la cárcel en 2001.
Y es que el gobierno de Estados Unidos designó a ambos oficialmente como narcotraficantes, con lo cual sus bienes en ese país pueden ser decomisados, mientras que ningún estadounidense podrá entablar relaciones comerciales con ellos.
¿Qué ha hecho mientras tanto el gobierno federal priista para combatir al narco desde el sector financiero? Nada.
O bueno, sí hicieron algo: Mr. Magoo Murillo Karam le dijo al cuerpo diplomático mexicano que digan en el extranjero que en México se trabaja por la paz.
¿Ah sí? ¿Sin meterse con el lavado de dinero y sin tomar acciones al respecto?
Lo que hizo el gobierno de Obama fue poner en evidencia a Peña Nieto y demostrar que no sólo lo están checando, sino que se están dando cuenta de que no está haciendo nada contra el narco.
Lo cual es obvio en México. Si Peña Nieto estuviera haciendo algo contra el narco, no estaría la violencia igual de desatada que en el sexenio de Calderón.
Y es apenas el principio del sexenio.
¿Ven por qué es mejor no volver a votar jamás ni por el PRI ni por el PAN ni por sus aliados del PVEM y del PANAL
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