Ayer inició la afiliación de militantes a MORENA, movimento que pidió el registro como partido político pero que, técnicamente, aún no lo es.
Martí Batres, dirigente de MORENA, declaró que el partido busca afiliar a 3 millones de militantes entre 2013 y 2014. Presumió inclusive que tendrá MORENA más militantes que el PAN.
(Lo cual, la verdad, no es tan difícil ya que cualquiera podría tener más militantes que el PAN.)
Pero el verdadero reto de MORENA no es la afiliación de militantes. Eso es relativamente sencillo. El verdadero reto es que logren ganar elecciones y que sus militantes no se les vayan a echar para atrás a la mera hora.
Lo digo porque de 2006 a 2012 Andrés Manuel López Obrador hizo afiliaciones para el gobierno legítimo y presumió tener 4 millones de integrantes. Pero a la hora de votar, esos millones no lograron que el lopezobradorismo pudiera ganar varias elecciones intermedias -de hecho la izquierda se dividió- y tampoco acudieron a vigilar las casillas electorales en 2012.
60% de las casillas en 2012 no tuvieron representantes de izquierda. Ni del PRD, ni del PT, ni de MC, ni de MORENA.
Es por eso que me parece que afiliarse a MORENA es lo fácil. Vaya, MORENA tenía afiliación para ser "protagonista del cambio verdadero" en 2012 y aún así no hubo representantes de MORENA en muchas casillas.
En otras palabras, cualquiera se apunta, pero no cualquiera participa.
Y sin la participación, MORENA tendrá serios problemas en 2015, que es cuando, si le dan el registro, podría participar en una elección federal.
El detalle, es que para que la gente se anime a participar se le tiene que incentivar. Y no necesariamente con bienes materiales, sino por lo menos con una propuesta o con un proyecto que realmente sea factible.
Lamentablemente, hasta el momento MORENA no ha presentado un proyecto ni una estrategia para que la gente se anime a participar con MORENA.
De hecho, el discurso de MORENA se ha limitado a decir que no tienen los vicios de otros partidos -lo cual es falso ya que hubo múltiples irregularidades en las elecciones internas de MORENA- y a decir que hay que servir al prójimo.
Apenas hasta ayer Andrés Manuel López Obrador retomó una bandera que podría animar a la gente a participar: la defensa del petróleo. Pero de esa bandera no va a poder sostenerse todo un partido todo un sexenio.
¿Qué pasó el sexenio pasado, por ejemplo? Pues que Calderón quiso privatizar Pemex, AMLO organizó la defensa del petróleo y el asunto acabó en 2008 con la reforma energética privatizadora y luego de eso ya no hubo más adelitas ni más discurso de defensa del petrólo.
Peor: luego de eso, en 2009, la izquierda se dividió y perdió elecciones que pudo haber ganado en alianza. Por culpa de los chuchos, hay que decirlo.
Es por eso que AMLO debe darse cuenta de que si no presenta una estrategia clara y un proyecto atractivo para el electorado, MORENA está destinada a ser un chiquipartido más con algunas plurinominales, algunas alcaldías a lo mejor y algunas diputaciones locales. Pero eso no le ayuda mucho al país en el que debería ser el objetivo central de MORENA: Sacar al PRIAN del poder.
La afiliación de MORENA, por lo tanto, no tendrá problemas y yo diría que hasta será nutrida. Pero eso, como dije, es lo fácil. Lo difícil será que se le incentive para participar. Porque sin participación, la afiliación no sirve de mucho.
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