El pasado viernes 14 de diciembre tuve la oportunidad de entrevistar al señor Joaquín Amezcua, quien lleva literalmente años peleando para que se detenga una construcción irregular a un lado de su casa en la Delegación Benito Juárez.
Se trata un edificio con en el número 116 de Tiburcio Sánchez de la Barquera, Residencial Mexicali, Colonia Merced Gómez. Básicamente el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA) y la Delegación Benito Juárez permitieron que la obra continuara a pesar de que un juez ya había ordenado clausurarla y demolerla. Pero mejor que sea el propio Joaquín Amezcua quien lo explique:
http://youtu.be/Gag2SGTkCNE
Digo que este es un caso que debe ser de particular atención para Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno del DF, y para Manuel Granados, líder de la bancada del PRD en la ALDF, debido a que un ciudadano, Joaquín Amezcua, siguió todos los procedimientos legales para que se detuviera la obra -puesto que la construcción es irregular- y aún así, por el mal proceder del INVEA y de la Delegación Benito Juárez, la obra no sólo prácticamente se terminó, sino que se hizo una "clausura" realmente simbólica pero sin efectos en los hechos, ya que se siguen haciendo trabajos en la misma.
El caso de Joaquín Amezca no es el único en la Benito Juárez, pero sí es emblemático, tal vez sólo segundo al de Millet 39, debido a que se siguieron todos los pasos que establece la ley para parar esta obra y aún así sigue operando.
Esto quiere decir varias cosas:
1. Que el Jefe de Gobierno del DF debe hacer una revisión sobre el funcionamiento del INVEA para determinar quién sí esta haciendo su trabajo y quién no. Quien no esté haciendo su trabajo, debe ser removido del cargo, ya que afecta a los ciudadanos.
2. La ALDF debe aprobar leyes que castiguen de manera severa a quien permita que una obra ilegal continúe inclusive si es el resultado de omisiones. Y debe castigar también a las empresas imobiliaras que insistan en construir obras ilegales.
3. Más importante aún: si el caso de Joaquín Amezcua prospera, y la obra es demolida como ordenó el juez, será una fuerte señal para los ciudadanos del DF y los incentivará para que sean parte de la cultura de la denuncia y de la legalidad. Todos en México queremos que las cosas cambien para bien, pero es cuando vemos resultados de nuestras acciones cuando nos motivamos a seguir haciendo algo para que el país cambie para bien. Si Miguel Ángel Mancera y Manuel Granados logran esto, harán del DF otro ejemplo a seguir. No sólo por sus programas sociales, sino porque la gente participa en la cultura de la legalidad.
Eso en Benito Juárez es el mejor método para convencer al electorado de que opción política le responde como debe responde.
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