La propuesta de reforma educativa presentada hoy por el ex candidato presidencial priista Enrique Peña Nieto pretende establecer un servicio Servicio Nacional Docente, dar autonomía a los directores de las escuelas, una instancia que evalúe de manera independiente al magisterio, y la creación de 40 mil escuelas de tiempo completo durante el sexenio.
Sin embargo, fue el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, quien dejó ver de lo que de verdad se trata: de parar a la disidencia del SNTE.
Y es que Zambrano declaró:
"No debemos permitir que niños se queden sin clases por controversias sindicales o por reclamos salariales".
El comentario obviamente se refiera a las huelgas de maestros encabezadas por la disidencia del magisterio que se opone a Elba Esther Gordillo, destacando, por ejemplo, el caso de Oaxaca.
Por lo cual, lejos de ser una reforma que acote el poder de Elba Esther Gordillo, la reforma educativa, de acuerdo con lo que dijo Zambrano, lo que busca es que sus opositores ya no la contradigan.
Y eso lejos de minar el poder de Gordillo, o de favorecer a la educación en México, mina el derecho de los trabajadores de la educación a exigir mejores condiciones laborales y le permite a Elba Esther Gordillo no tener disidencia.
Lo increible, es que el PRD se esté prestando a eso.
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