domingo, 16 de diciembre de 2012

Respondiendo al monero de la derecha: Impuestos

Por Victor Hernández

Se queja amargamente el monero de la derecha de que le van a perdonar los impuestos a lis estados y municipios y a los contribuyentes morosos.

Se queja también amargamente de que se le va a ir el aguinaldo en pagar sus impuestos y de que lo agarran de su buey porque él sí paga a tiempo.

Lo que no dice es esto:

Para empezar el monero de la derecha no paga IVA. Las actividades creativas, en cuyo régimen fiscal están los moneros y escritores, están exentos de ese impuesto.

En segundo lugar, el monero de la derecha cobró 300 mil pesos por una historieta para el SAT sobre qué se hace con los impuestos. Eso quiere decir que debe ganar lo suficientemente bien como para que se preocupe por ¡horror! pagar el ISR.

Vaya, gana tan bien que le alcanzó para comprar acciones de Coca-Cola. Así que si le quitan el aguinaldo por pagar impuestos, por lo menos no le quitan el mes de impuestos que sí le quitan a los demás.

En tercero, si ahora todos los mexicanos estamos ahogados por el ISR es porque el partido por el cual el monero de la derecha votó aumentó el ISR y el IVA.

Oh, lo olvidaba; el monero de la derecha no paga IVA.

Y el candidato que se opone al aumento de impuestos, Andrés Manuel López Obrador, fue y sigue siendo atacado con calumnias por el susodicho monero.

Ahora bien: estoy parcialmente de acuerdo en que no deberían perdonarle el ISR a lis morosos. A la clase media, que es la más golpeada por la crisis en México (70% en desempleo, paga los impuestos más altos, etc), pero a las grandes empresas que tienen privilegios como la consolidación fiscal no se los deberían perdonar.

Es decir, a las mismas empresas que defiende el monero de la derecha.

Y el monero de la derecha, que gana lo suficientemente bien como para que sea ridículo que se queje de los impuestos -y ni IVA paga- mejor debería exigir que se elimine la consolidación fiscal para que le puedan reducir los impuestos a la clase media. Como propuso el Peje, pues.

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