El PRI ya tiene candidato para 2018. No es Luis Videgaray, ni Eruviel Ávila, ni Osorio Chong. Es el gobernador priista de Chiapas, Manuel Velasco.
¿Le suena ridículo? A mi también. Pero todo apunta a que el PRI va a intentar repetir lo que hizo con Enrique Peña Nieto usando ahora de pelele a Velasco.
Vea usted por qué:
El primer indicio de que Velasco sería el siguiente candidato del PRI fue la aparición de fotografías del priista con la actriz de telenovelas Anahí, de paseo por Nueva York, en una revista del corazón (el ¡Hola!).
Anahí se hizo la indignada pero, vamos, si realmente estuvieran indignados nisiquiera lo hubieran dicho: vetan a la revista y punto.
(Paréntesis: la última vez que el PRI intentó esto fue tratando de hacer chisme de que el hijo de Carlos Salinas de Gortari, Emiliano, andaba de novio con Ludwika Paleta. Pero como luego lo cacharon de novio con otra, la farsa se vino abajo y tuvieron que dejar de hacer esa payasada.)
Luego vimos a Anahí hacer campaña con Velasco en Chiapas, haciendo el papel de la gaviota con Peña Nieto.
Gana Velasco -que no era muy difícil debido a la manera en la que Juan Sabines alejó a la izquierda del PRD en Chiapas- y lo primero que hace es anunciar que se recortará el sueldo a la mitad como parte de un plan de austeridad virtualmente calcado del plan de austeridad de Andrés Manuel López Obrador.
Es decir, intenta rebasar por la izquierda, pero de que el PRI apoyó el enorme endeudamiento de Juan Sabines.
Pasan unos cuantos días y Velasco se encuentra con que no hay dinero para pagarle a los burócratas -debido a las deudas que dejó Sabines- así que para el 19 de diciembre, ya con Peña Nieto en el poder, de plano lo tiene que rescatar el gobierno federal.
Curiosamente, cuando la prensa le pregunta a Velasco si el gobierno federal lo rescató, se hace güey y dice que "nos apoyó."
Se llama rescate. No seas pinche cínico, Velasco.
Viernes 21 de diciembre: marcha el EZLN en Veracruz. El Subcomandante Marcos emmite un comunicado muy menso, pero el mensaje de los zapatistas, inclusive con las tonterías de Marcos, es clarísimo: Son muchos y no se van a dejar, así que Velasco puede ir poniéndose nervioso porque, siendo el inexperto e inepto que es, con un paquete de ese tamaño no puede.
Al día siguiente, cierto sitio que solía ser pejista y ahora es peña nietista publica un texto atacando a Marcos. No porque sean lopezobradoristas, no. Dejaron de serlo desde que se vendieron por completo a Javier Duarte. Lo hacen porque saben que la línea del PRI es cuidarle el trasero a Peña Nieto y a los gobernadores del PRI. Especialmente a Velasco, a quien tienen tan cuidado que el gobierno federal lo rescató primero que a nadie.
Y el EZLN le estorba al PRI para promover a Velasco.
Ese mismo día, El Universal, que a últiamas fechas parece apéndice de propaganda oficial del PRI, publica en su suplemente El Gráfico una nota sumamente idiota para promocionar a Anahí, sugieriendo que va a ser mamá y alardeando su próxima boda con Velasco.
Hmmm... ¿dónde hemos visto eso antes?
La nota, además, resulta populista. Alega que Anahí está practicando para usar un rebozo para cargar a un bebé en la espalda, tal y como lo hacen las mujeres indígenas de Chiapas.
Sí, ajá, ya mero les voy a creer que Anahí va a trar a un bebé en la espalda en vez de llevarlo en carreola o encargárselo a una o varias nanas.
Ah, pero de lo que se trata es de que la gente crea que es prole.
Sí, cómo no.
Así que lancen sus dardos hacia Videgaray, hacia Eruviel y hacia Osorio, pero láncenlos también hacia Manuel Velasco, ya que si no lo neutralizamos desde ahora, lo van a querer imponer por medio de otro fraude en 2018.
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