La imbecilidad e hipocresía de Javier Lozano Alarcón que tantos votos le costaron al PAN, reapareció ayer en la escena política luego de que empezaran a salir libres bajo fianza los 14 detenidos del 1 de diciembre.
Por medio de su cuenta de Twitter, Lozano dijo sobre la liberación gracias a una modificación a la ley para que perturbar la paz no fuera delito grave:
"(Es) Una vergüenza completa. La ley a contentillo."
Lozano, desde luego, se mordió la lengua. Vea usted por qué:
Para empezar recordemos que Lozano era priista. Se hizo panista hasta el sexenio anterior.
Siendo priista, Lozano jamás se quejó por el hecho de que el gobierno de Carlos Salinas de Gortari cambió la ley federal para que la corrupción no fuera delito grave. Gracias a esa ley, diversos funcionarios acusados de corrupción han podido evitar ir a la cárcel. El caso más reciente es el de Néstor Moreno Díaz.
Peor: Siendo legislador, Lozano jamás ha presentado una sola iniciativa de ley para que la corrupción sea nuevamente delito grave.
El que da vergüenza, por lo tanto, y tolera que la ley siga a contentillo de Salinas, es Lozano.
Así que si se quiere quejar de las modificaciones a la ley en el DF -que al final de cuentas fueron para evitar que gente inocente estuviera presa- primero que se queje de las modificaciones a la ley que hizo Salinas. De lo contrario, queda en calidad de hipócrita y de hocicón.
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