Al parecer, el PRI ya tiene identificados a los panistas a los que puede maicear en el Senado para impedir la transparencia sindical en la reforma laboral cuando la regresen de San Lázaro.
Lo digo porque es lo que sugiere una declaración del senador priista Omar Fayad, al pedir la renuncia del panista Ernesto Cordero a la presidencia de la mesa directiva del Senado quesque por presionar a los diputados federales para que aprueben la reforma laboral con todo y transparencia sindical.
Dijo Fayad de acuerdo con Reforma:
"¡Qué renuncie! Lo que tiene que hacer Cordero es renunciar a la presidencia del Senado para peritir que otro distinguido panista que no quiera ser árbitro y jugador al mismo tiempo pueda ocupar con dignidad esa posición y ocupar esa investidura."
¿Cómo que "otro distinguido panista"?
Cordero, hay que recordar, es de los achichincles de Felipe Calderón que está impulsando que se apruebe la reforma laboral con todo y transparencia sindical. Y en efecto, recientemente, Cordero hizo un llamado a los diputados priistas para que aprobaran la reforma laboral para que incluyera la transparencia sindical so pena de que provocarán el desprecio de la ciudadanía si no lo hacen.
Y si al PRI no le gustan los panistas como Cordero -es decir, los que siguen la línea de Felipe Calderón- ¿entonces cuáles sí les gustan? ¿Cuáles son esos panistas que consideran "distinguidos"?
Sólo uno: el que se puede maicear.
Porque finalmente esa es la estrategia que está siguiendo el PRI: esperar a que se vaya Calderón para poder maicear a suficientes panistas en el Senado y así pasar la reforma laboral sin transparencia sindical.
Lo que puede hacer la izquierda al respecto es empezar a detectar a los panistas maiceables e irlos balconeando para que quede claro quién en el PAN está dispuesto a venderse al PRI.
Y claro: advertir que si el PRI le quita la transparencia sindical a la reforma laboral en San Lázaro, y el PAN no rechaza esa modificación, no habrá alianzas en 2013.
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