El PRI en la Cámara de Diputados se autobalconeó y admitió que Enrique Peña Nieto les dio línea de aprobar la reforma laboral antes del primero de diciembre.
El PRI aceptó pero con la condición de eliminar el artículo 388 bis de la reforma laboral, el cual le da transparencia a los contratos colectivos, lo cual vulneraría a los dirigentes sindicales charros del PRI.
El PAN, por su parte, dijo que estaría dispuesto a aceptar una redacción alternativa del artículo 388 bis con tal de sacar la reforma laboral antes del primero de diciembre.
En otras palabras, el PAN se está rajando.
¿No que iban en alianza con el PRD para impedir que el PRI eliminara la transparencia sindical?
Si se concreta el chaqueteo del PAN, entonces la reforma laboral regresa al Senado en donde una vez más se tendrá que votar si aceptan los cambios. Si no se aceptan, la reforma laboral queda desechada y no se podrá volver a proponer hasta septiembre de 2013.
Así que en cierto modo si el PAN quiere eliminar la transparencia sindical en la Cámara de Diputados, en realidad acerca más a la reforma a la congeladora.
La clave entonces será lograr que el PAN en el Senado NO acepte que se elimine los artículos de transparencia sindical.
¿Cómo puede lograr eso la izquierda? Pues advirtiéndole al PAN que si no rechazan la reforma laboral sin transparencia sindical, entonces no habrá alianzas en 2013.
El que pierde en realidad es el PAN, que sigue en tercer lugar en las preferencias electorales.
Y claro; sin transparencia sindical, no tiene manera el PAN de defender la reforma laboral, lo cual le restaría aún más votos.
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