Felipe Calderón y sus incondicionales pretendían que se renovaran los estatutos del PAN antes de diciembre. Obviamente con la intención de meter su cuchara y mangonearlos a su antojo teniendo todavía el poder que usurpa desde 2006.
Pero en el PAN le tiraron un dedo a Calderón y dijeron que no; que no van a convocar a la Asamblea Nacional Extraordinaria hasta marzo de 2013.
Eso quiere decir que, para fines prácticos, le van a quitar a Calderón el control del PAN.
Eso pone en riesgo a los intereses de Calderón, las aspiraciones presidenciales de Margarita Zavala, y las porquerías que tradicionalmente han hecho en el DF Mariana Gómez del Campo y Jorge Romero.
Con razón Calderón se quiere ir del país. Ni los panistas quieren saber más de él.
¿Ven lo que pasa cuando se hace fraude para poner en el poder a un inepto?
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