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viernes, 5 de octubre de 2012

Ni reconciliación ni beneficio de la duda para @JorgeRoHe

Por Victor Hernández

Leo en Reforma que el ex candidato panista a Jefe Delegacional de Benito Juárez, Jorge Romero, pretendió ofrecer reconciliación a los vecinos de la delegación ayer durante su toma de protesta en el gimnasio Juan de la Barrera.

Esto mientras, afuera, vecinos de la Benito Juárez protestaban contra Romero por las construcciones irregulares en la delegación.

¿Reconciliaón? ¿Darle a Romero el beneficio de la duda? JAMÁS. Y lo dijo por esto:

1. Porque no hubo certeza en la elección de Benito Juárez y, por lo tanto, hay una alta probabilidad de que Romere esté en el cargo sin que la gente realmente haya votado por él.

2. Porque se hizo pasar por licenciado sin serlo y porque se ostentó como egresado de una escuela en la cual nunca se tituló. Lo hizo además siendo funcionario público. Eso es un delito y muestra que Romero ni respeta la ley ni es honesto.

(Paréntesis: ayer Romero tuvo el descaro de decir esto: "Creo que la gente tolera, perdona los errores cuando son errores humanos, siempre y cuando su Gobierno se conduzca de principio a fin con total honestidad, donde su Gobierno entiende su concepto con honradez y con honor." Lo de él no fue un error: fue una ilegalidad. Y el gobierno panista no se manejó con honradez. Vaya, Romero no se manejó con honradez ¡en la interna del PAN!)

3. Porque ya le prometió espacios en el Metro a los ambulantes que se afiliaron al PAN para inflar las listas y darle de esa manera la candidatura a Jefe Delegacional de manera fraudulenta. Los vecinos de Benito Juárez ya pueden irse quejando por eso CON ROMERO, no con Miguel Ángel Mancera.

4. Porque si los restauranteros de Benito Juárez eran extorsionados por funcionarios delegaacionales con Romero en el cargo inventado de coordinador de asuntos sin importancia (ah no, perdón: coordinador de gabinete y proyectos especiales, que supongo es equivalente a ser coordinador de recreación y aprovechamiento del tiempo libre) ahora con Romero, que fue el principal señalado por esas extorsiones, en la jefatura delegacional, no hay garantía de que los restauranteros y pequeños empresarios de Benito Juárez no serán extorsionados por funcionarios panistas corruptos.

Así que no: ni reconciliación ni beneficio de la duda para Jorge Romero. Lo mejor es empezar a denunciar las trapacerías del panismo en Benito Juárez para que en tres años, y esperamos que con una reforma electoral para el DF de por medio, el PAN ahora sí ya se vaya y deje vivir en paz a los vecinos de la delegación.

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