Una solución para que los ladrones de cuello blanco dejen de robar seria aplicarles la ley islámica. El profeta --que Alah le de vida eterna-- nos dio la guía. Al ladrón hay que cortarle la mano. Las ventajas son las siguientes:
1. Seria muy fácil identificar "al licenciado": "es el fulano con corbata y traje y un gancho como el Capitán Garfio".
2. Los diputados pos se verían ridículos alzando el muñón (que no el dedo) para votar.
3. Al momento de tomar posesión los rateros extenderían el brazo y se vería el muñón cuando digan "...y si no que la nación me lo demande..."
4. No podrían robar a dos manos.
5. Cuando quieran rascarse la cola lo tendrán que hacer con un gancho como el capitán Garfio y con suerte se les inserta por donde el pellejo les hace remolino.
6. No habría eventos donde los acarreados irían a "estrechar la mano del candidato".
7. Daria risa verlos abrazándose y rasgándose el traje de Saville Row con los ganchos.
Si ni ansina dejan de robar, la siguiente medida seria caparlos para que no dejen descendencia. Ansina no andarán chillando cuando se los matan por andar en líos con los narcos.
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