Tanto el PAN como el PRI aseguran que con la reforma laboral se generarán cientos de miles de nuevos empleos.
En el gobierno federal panista, la secretaria del trabajo, Rosalinda Vélez, declaró ayer que con la susodicha reforma se crearán 400 mil nuevos empleos adicionales a los 600 mil que ya se generan. Y según ella, con esta reforma se confirma que Felipe Calderón es el "presidente del empleo."
Y por el lado del PRI, el ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, declaró el sábado pasado que la reforma laboral contribuirá a la generación de empleos y al crecimiento de México.
Pero resulta que la iniciativa privada contradijo tanto al PAN como al PRI y afirmó que no tienen manera de saber si realmente la reforma laboral generará nuevos empleos.
De acuerdo con Notimex, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, declaró calcular el número de empleos formales que se podrían generar con la reforma laboral es muy difícil, y que lo único que se puede decir es que mejoraría el entorno de negocios y la competitividad del país, aunque no dijeron cómo.
Vaya, el CEESP admite que falta mucho trabajo para que el PIB crezca a niveles superiores a 6% y se genere el millón de empleos formales que se requieren cada año y se eleve el bienestar de los hogares.
Con lo cual tenemos que la reforma laboral realmente fue una tomada de pelo, ya que ¡los empresarios! no pueden asegurar que se generarán todos los empleos que dicen el PAN y el PRI que se van a generar.
Más bien la pregunta debería ser ¿cuántos despidos va a generar la reforma laboral?
Desde luego, ni el PAN ni el PRI están dispuestos a responder a eso.
¿Quieren que se revierta la reforma laboral? en 2015 y 2018 no voten por el PAN ni por el PRI.
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