Ayer en Venezuela sus elecciones pusieron en juego elementos que de manera diversa tocan a este heteróclito territorio de América Latina, quizás, por primera ocasión se da un horizonte a compartir de Sur a Norte y de Norte a Sur. Es interesante subrayar un hecho un gobierno re-elegido como el de Hugo Chávez caracterizado por un sesgo: predominio del Uno sin llegar a ser el UNO, se trata de Uno en la diversidad, ese movimiento de apariencia autoritaria mostró una práctica de la democracia que va más allá de la tradición europea -lugar donde nació, la democracia en la sociedad esclavista de la antigua Grecia. Una democracia, la de Venezuela, acusada de autoritaria dio lugar a un ejercicio claro, limpio, más que controlado y supervisado, a tal nivel que la radical oposición a Hugo Chávez reconoció su triunfo ccomo legal, limpio y además con una gran y activa participación de la ciudadania -participó el 80% del padrón- sin que el voto sea obligatoria.
Es interesante observar que surgió una ciudadania activa, participante que atraveso a las diversas clases sociales. Notemos que el horizonte de la muerte -un sector de la oposición apostaba en su publicidad a que el cancer acabará con el chavismo- los electores respondieron "nuestro muerto goza de buena salud".
El lector puede leer esta crónica: Ganó Chávez y
le dedicó el triunfo a Cristina
Chávez
consiguió un cuarto mandato con el 54,4 por ciento de los votos, frente al 44,9
por ciento que obtuvo Capriles. Por Mercedes López San Miguel,desde Caracas
“¡Le
dedicamos este triunfo a Cristina –gritó un Chávez eufórico al anunciar su
victoria en el balcón del Palacio Miraflores–, esta victoria es también la
victoria del pueblo argentino, de la patria del Che, de Perón y de Néstor
Kirchner.”
El mandatario era aclamado por una multitud durante su discurso triunfal, donde anunció que había sacado más de diez puntos de diferencia a su competidor del centroderecha y que había ganado en 20 de los 24 estados.
El candidato
Hugo Chávez Frías consiguió un cuarto mandato con el 54,4 por ciento de los
votos frente al 44,9 por ciento que obtuvo el candidato Henrique Capriles de la
Mesa de la Unidad Democrática. El anuncio fue realizado por la presidenta del
Consejo Nacional electoral (CNE), Tibisay Lucena, pasadas las diez de la noche,
y desató la euforia en la noche de Caracas.
De inmediato,
comenzaron a escucharse fuegos artificiales y los simpatizantes del gobierno,
vestidos con sus clásicas remeras rojas, salieron a las calles a celebrar a
viva voz con el cantito “Uh, ah, Chávez no se va”. Minutos después las cámaras
enfocaban el comando de Capriles, quien reconoció el resultado que le fue
adverso. “Quiero agradecerles a los más de seis millones de venezolanos que hoy
me dieron su confianza.” Cuando a eso de las once y media se asomó Chávez al
balcón del Palacio Miraflores, la multitud gritó y aplaudió por más de siete
millones de voces. El presidente levantó los brazos, envió besos a sus
seguidores y empezó a cantar el himno junto a ellos. “¡Viva Venezuela, viva la
revolución bolivariana, viva el 7 de octubre!”, dijo con rostro exultante.
“Desde aquí le hago un reconocimiento a los casi 30 millones de venezolanos y
venezolanas que habitamos la patria de Simón Bolívar. Un reconocimiento a los
que no votaron por nosotros, por su talante democrático. Estoy seguro de que
cada día estarán más de acuerdo con la constitución bolivariana.”
Chávez no dio
abasto con las felicitaciones. “Felicito a la dirigencia opositora por
reconocer la victoria del pueblo ( silbidos). Es importante para la paz de
Venezuela, porque somos hermanos en la patria de Bolívar.” El líder
bolivariano, entre sonidos de cornetas y aplausos, llamó al diálogo
“A los que
andan promoviendo el odio, a los que han negado las cosas buenas de Venezuela,
los invito al diálogo y el trabajo conjunto.”
¡Chávez,
querido, el pueblo está contigo!
El mandatario
celebró que ganaran en 20 de los 24 estados y advirtió que podrían ser 22 los
estados en los que se impuso el Partido Socialista Unido de Venezuela, entre
ellos Zulia, Trujillo, Carababo. “Estamos peleando cerradito en Miranda”, dijo,
el estado que gobierna Capriles.
Uh, ah,
Chávez no se va
“Hace rato
conversé con la presidenta argentina, que muy emocionada le envió un saludo al
pueblo venezolano. Ay la juventud argentina, la patria de Perón, de Néstor
Kirchner. Le dije que esta victoria es también para la patria argentina y para
América latina.”
Cerró su
discurso pidiendo a Dios a que le dé vida y salud, siendo que tuvo que tratarse
de un cáncer hasta mediados de año. Y se comprometió a ser cada vez un mejor
presidente por los próximos seis años.
La
participación masiva, que superó todo pronóstico y fue poco más del 80 por
ciento, se había podido percibir en la recorrida por los centros de votación,
que abrieron a las seis de la mañana y terminaron cerrando tarde en la noche.
La fila de votantes en la entrada de un colegio en la barriada Catia daba
vuelta la calle cuando aún no bajaba el sol. En esta zona popular de Caracas,
que fuera epicentro de la resistencia al golpe de abril de 2002, se reproducía
la fila zigzagueante en varios lugares de votación. A la salida de uno de
ellos, una chica regordeta de nombre Marianellys Castillo contó que su opción
fue por Chávez porque pensó en el futuro. “Apoyo a este gobierno porque me dio
posibilidades de estudiar. Estoy estudiando Administración en la Misión Sucre”
dijo la joven Marianellys. Junto a ella un muchacho de 35 años dijo que él
también votó por la continuidad del gobierno bolivariano. “Capriles es el
pasado. Cuando ellos gobernaban se llegó a comer comida de perros, en cambio
ahora hay una red de alimentación y distribución de alimentos”, dijo Ramón
Linares, analista en sistemas.
Mientras
Chávez prometió profundizar el modelo de Socialismo de siglo XXI, su rival
intentó llevar al extremo el roce personal con la gente para ganarse la
confianza del electorado. En Catia, bastión chavista, el mensaje de Capriles
logró algún adepto. “Voto por Capriles porque promete seguridad”, dijo Milena
Acosta con su beba en brazos. La chica, de 24 años y madre de dos hijas, estaba
estudiando enfermería. Insistió con el tema. “La delincuencia está fatal”, y
reconoció haber votado por Chávez antes, en el referéndum revocatorio.
Una señora
bajita recién salida de votar dijo que votó por el candidato de la Mesa de la
Unidad “Quiero un cambio, aquí esto es un comunismo”, dijo María Márquez
Viáfara, viuda, de 77 años. “Este país está pa’ bajo agregó Capriles es un
muchacho joven y estudiado, tiene experiencia en política.” La señora se
refería a que el candidato de oposición, de 40 años, es gobernador del estado
de Miranda y anteriormente fue alcalde de Baruta y diputado de la Asamblea
Nacional.
Apoyado en
una pared con un gratti que decía “¡uh, 2012, ah!”, a metros de uno de los
centros electorales de Catia, un joven de aspecto refinado leía el diario El
Nacional, uno de los periódicos más importantes de Venezuela y de tradición
opositora. “ Voté por Chávez. ¿Por qué leo El Nacional?, porque soy historiador
de los medios”, dijo Eduard Avila, de 28 años. “Hay más oportunidades y
prefiero la continuidad. Capriles sería una ruptura trascendental respecto de
este gobierno. Tenemos 37 constituciones del país, por eso pienso que quien
empieza un proceso lo tiene que terminar.”
Por la
avenida Sucre se veían comercios cerrados por ser domingo y algunas casas de
fachadas descoloridas se mezclaban con casas con pintura nueva, todas con rejas
en sus puertas y ventanas. Parada en la puerta de una de ellas, una mujer de
mediana edad mostró su dedo manchado en tinta y orgullosa dijo que votó por el
candidato presidente. “Soy del voto duro de Chávez, desde 1998. Quiero que siga
el proyecto de inclusión social, un proyecto para favorecer a las masas más
necesitadas”, dijo Alba Alvarado, abogada y militar de 50 años de edad.
En otra
barriada izquierdista de la capital, 23 de Enero, votó pasado el mediodía el
presidente Hugo Chávez, quien llegó al colegio electoral junto a sus hijas y
dos de sus nietos. Vestido con chaqueta azul oscuro saludó a una hinchada de
seguidores que rodeaba su mesa de votación. Estaban allí presentes como
observadores extranjeros invitados por el gobierno la senadora y primera dama
de Uruguay, Lucía Topolansky, la Nobel de la Paz de Guatemala Rigoberta Menchú
y la ex senadora colombiana Piedad Córdoba.
Luego, al
responder a los periodistas, el presidente venezolano afirmó que su proyecto
político, que se inició con su victoria en 1998, no depende de una sola
persona. “No depende ya de Chávez, es un colectivo.... Por allá está Nicolás
Maduro, está Elias Jaua”, dijo al referirse al canciller y el vicepresidente
que lo acompañaban en el recinto.
Un ex asesor
suyo, Juan Carlos Monedero, lo describió ante este diario como “una persona muy
comprometida con su pueblo, un pueblo que no tuvo cien años de soledad, tuvo
quinientos”. Chávez llegó a la presidencia con el mayoritario voto de los
pobres, las clases medias y los excluidos, promoviéndose como el líder que
cambiaría el clásico sistema bipartidista Acción Democrática y Copei que se
alternó el poder en Venezuela desde 1958.
De admirable
facilidad de palabras, su figura es seguida por simpatizantes dentro y fuera de
su país. Dicen que ese don de la palabra puede tener que ver con su crianza en
el pueblo de Sabaneta en Barinas, su estado natal: sus padres eran maestros y
de ellos aprendió a enseñar. “Chávez hubiera sido un comunicador de primer
orden. Aquí, en el mundo de la televisión, del cine, no hay un tipo como él”,
dijo su ex jefe de campaña Alberto Muller Rojas en la biografía Hugo Chávez sin
uniforme. En su discurso siempre abundaron las citas de Simón Bolívar y otros
próceres de la independencia, siempre subrayó la necesidad de la integración
latinoamericana y siempre se opuso al neoliberalismo en todas sus formas.
El proceso de
cambio que encarnó Chávez desde hace catorce años apunta a redistribuir la
renta petrolera. “Por allá, en los años ’60, comenzaron a repartir tierras y
títulos. No llegó a los campesinos el beneficio del petróleo. No puede ocurrir
más: ese es uno de los principios de la Constitución Bolivariana y
Revolucionaria”, dijo el líder bolivariano en un discurso sosteniendo una carta
magna tamaño miniatura. En un referéndum, la mayoría de venezolanos aprobó la
nueva constitución en 1999. Era la primero de una serie de consultas populares que
el gobierno de Chávez ganaría en estos años. Ayer, frente al balcón del pueblo,
sus seguidores iban a celebrar hasta el alba la nueva victoria.
mercelopez@pagina12.com.ar
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