Aclaro TRES cosas antes que nada porque ya me imagino lo que van a decir en la ultra-archi-requete-recontra-mucha izquierda:
1. NO estoy de acuerdo con la reforma laboral. Me parece una agresión miserable a los trabajadores y no debe ser aprobada.
2. NO me paga nadie por escribir lo que escribo. Si me pagara alguien, no tendría la necesidad de estar pidiendo donativos a los lectores.
3. Respeto y aprecio a Gerardo Fernández Noroña, pero también lo voy a criticar cuando se equivoque.
Va entonces la columna:
Ayer por la mañana Gerardo Fernández Noroña y un grupo de manifestantes fueron al Senado a hacer un "sentón" para impedir que pasaran los senadores. Los granaderos del GDF, a petición del Senado, se los llevaron cargando a unos metros de distancia. De acuerdo con Sin Embargo, no se lesionó a nadie.
A Noroña se le ocurre entonces llamar a protestar en la oficina de Marcelo Ebrard. Yo le pregunté a Noroña por qué. Me respondió esto:
"@toliro Sobre @m_ebrard será por que van de dos manifestaciones, dos agresiones. No se lo vamos a tolerar."
Lo que Noroña no dijo es que en la protesta anterior fue un solo policía el que agredió a los manifestantes al rociarlos con spray pimienta, desobedeciendo órdenes. Por haber hecho eso, el policía fue cesado. Es decir, su un policía se pasa de la raya, el gobierno de Marcelo Ebrard lo castiga.
Y en la protesta de ayer no se agredió a nadie. Los retiraron cargando a unos cuantos metros, pero no pasó de eso.
Razón por la cual, insisto, irle a protestar a Marcelo me pareció un despropósito. Ni Marcelo redactó la reforma laboral, ni fue él quien la aprobó, ni está a favor de la misma.
En todo caso ¿por qué no mejor va Noroña a protestar a la sede del PRI? ¿O a la casa de Peña Nieto en Las Lomas? ¿O a la sede del PAN? ¿O a la sede del Consejo Coordinador Empresarial? ¿O a la Coparmex? ¿O Los Pinos?
Porque hay otro detalle: Impidiendo el paso de los senadores no sólo no se hubiera logrado nada, sino que se hubiera impedido una oportunidad para que la reforma laboral se congelara.
Sí: si el Senado hace cambios a la reforma laboral, y se votan los cambios, entonces se tiene que regresar a la Cámara de Diputados. Pero si eso ocurre, entonces ya no hay ninguna obligación legal para aprobar la reforma laboral en 30 días como iniciativa preferente, por lo cual con toda la facilidad del mundo se puede ir a la congeladora y asunto arreglado. Cero reforma laboral.
(De hecho, en esta columna di a conocer hacer unos días cómo parar a la reforma laboral. Si quieren ver esa columna, este es el link.)
Pero para que se le puedan hacer modificaciones a la reforma laboral, y permitir con eso la posibilidad de congelarla, los senadores tienen que estar en el Senado. Es decir, bloqueando el Senado, Noroña hizo más factible la APROBACIÓN de la reforma laboral que el detenerla.
¿Y el malo de la película es Marcelo?
Desde luego, la ultra-requete-archi-super-recontra-mucha izquierda se me fue encima diciendo las jaladas de siempre: que soy un vendido (¿A quién me vendí?), que soy un traidor (¿a quién traicioné si les estoy diciendo cómo parar de verdad la reforma laboral?), que soy un esto, que soy un aquello. Ah, y que Marcelo Ebrard es un derechista, y que traidor y que la madre.
¿En base a QUÉ?
Como ya demostramos, al policía que se pasó de la raya hace unos días lo castigó el gobierno de Ebrard. Y ayer no se lastimó a nadie. ¿Entonces por qué carajos ven a Marcelo como si fuera el enemigo?
Al parecer la ultra-izquierda no se ha dado cuenta de tres cosas:
1. Que la carta más fuerte de la izquierda para poder convencer al electorado de que sí es una opción viable de gobierno es la Ciudad de México. Si no defendemos a la Ciudad de México, y si atacamos al GDF sin motivo, le estaremos dando armas a la derecha para atacarnos.
2. Se está desgastando el recurso de la protesta por cualquier cosa. ¿Ahora quiere ir Noroña a protestarle a Marcelo? Aparte de que la protesta en ese caso sería injustificada, no se puede estar desgastando a la gente de esa manera. Si se va a protestar debe ser de manera enfocada y eligiendo correctamente al blanco de la protesta. No a lo tarugo y por un quítame estas pajas. Protestar a lo tarugo no logra nada.
3. Estamos perdiendo mucho tiempo en protestas que no funcionan en vez de enfocarnos en prepararnos para 2018. Para lograr vencer a la derecha en 2018, tendremos que impulsar una reforma electoral. No lo está haciendo nadie. Va a llegar 2018 y vamos a estar en la misma situación de 2012: reparto de utilitarios a lo bestia, falta de fiscalización antes de las campañas electorales, uso de encuestas como propaganda, etc. Y entonces la ultra-izquierda chillará, y dirá que la vía electoral no es factible y se lamentarán de lo que ellos mismos no buscaron impedir por la vía legal.
Es por eso que le insistí a Noroña en que nos teníamos que enfocar en 2018 y en la reforma electoral. Porque si no sacamos a la derecha del poder en 2018, van a imponer cosas peores durante otros 6 años. Pero Noroña me mandó al cuerno. Aquí uno de los tuits de Noroña que más me llamó la atención:
"@toliro De imponer el estado de sitio y tú preocupado del 2018, jeje. Hasta pareces aspirante a la presidencia. Así está Amlo y @m_ebrard"
Mta... ¿ya ni lo que hace el Peje le gusta a Noroña? ¿Pues qué quiere entonces?
La realidad es que Andrés Manuel y Marcelo han sido los únicos que de verdad han tenido la altura de miras para darse cuenta de que si de verdad queremos derrotar a la derecha en 2018 vamos a tener que empezar a organizarnos y a dejar de vernos a nosotros mismos como enemigos, ya que el enemigo es el PRIAN.
Lo digo porque son dos las cantaletas de la ultra-izquierda:
1. Que no es factible la vía electoral. ¿Entonces para qué quieren que MORENA sea partido político?
2. Que Marcelo Ebrard es derechista. Vaya, un tuitero me salió con que tiene miedo de que llegue Marcelo a 2018 e imponga políticas "de derecha."
"¿Cuáles políticas de derecha ha impuesto Marcelo en el DF?", le pregunté. Me respondió que contratando por outsourcing para operar el Metrobús. Pero resulta que el que empezó con la contratación de outsourcing en el Metrobús para el aseo de las estaciones de la línea uno fue ¡Andrés Manuel López Obrador!
Tal como lo oyeron. Los trabajadores de aseo de la línea 1 del Metrobús, la que inauguró el Peje, fueron contratados por outsourcing.
Y NADIE en la ultra-izquierda acusa a AMLO de "derechista" por eso.
No quiere decir que esté bien usar outsourcing. Yo no estoy de acuerdo con el uso del outsourcing. Pero tampoco se puede aplicar un juicio de esa naturaleza SÓLO en contra Marcelo si también usaron outsourcing el Peje y Alejandro Encinas. O somos parejos o somos hipócritas.
Y no: esto que estoy diciendo no cambia mi admiración y mi respeto por el Peje. Pero tampoco me voy a hacer de la vista gorda ni le voy a achacar sólo a Marcelo algo que también hizo AMLO.
Creo que ya es hora de que la ultra-izquierda se de cuenta de que si realmente queremos cambiar las cosas en México tendremos que ser más astutos, más inteligentes. Si la izquierda llega a 2018 con una reforma electoral que impida las trapacerías que realizó el PRI, y si llega además con dos opciones fueres para la candidatura presidencial, no nos podrán ganar.
De esa manera se podrá llegar al poder y revertir todas las porquerías que ha hecho la derecha para perjudicar a México.
O bien, podemos seguir jugando al guerrillero de café, exponiendo a la gente, y no obteniendo resultados, pero eso sí: ¡qué honor que te madreen por la patria!
Como dijo Miguel Mateos: no hay que pelear hasta morir; hay que pelear hasta vencer.
PD: ¿Quieren que de verdad les hagan caso en una protesta contra la reforma laboral? Empiecen a balconear a los senadores y diputados de manera individual y específica. Por cada día que no se rechace la reforma laboral, un legislador más será balconeado por sus mansiones, sus empresas, sus riquezas o sus transas. ESO sí que los presionaría. Sean más listos, carajo.
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