De acuerdo con Reforma, el Consejo General del IFE aprobó que las boletas sean destruidas el 12 y 26 de noviembre.
Los representantes de la izquierda ante el IFE reclamaron que al quemar las boletas desavanece la transparencia del Estado para esos documentos.
Para la destrucción de las boletas se abrirán las bodegas estatales, se subirán los paquetes electorales a vehículos, se llevarán al lugar de su destrucción, se destruirán y se elaborarán las actas correspondientes.
El PRD en el IFE declaró que el argumento jurídico para destruir las boletas electorales es endeble.
"Va a cercenar la posibilidad de que los mexicanos del mañana conozcan qué pasó efectivamente en el proceso electoral de 2006", reclamó.
Por su parte, Camerino Márequez declaró que la destrucción de las boletas eliminan las pruebas del fraude de 2006.
Según el consjero del IFE Benito Macif, la destrucción de las boletas de 206 no niega el acceso a la información, sino que "sólo establece las instancias o los momentos precisos en los cuales las boletas pueden conocerse".
Cabe recordar que la elección de 2006 no tuvo certeza, ya que en más de la mitad de los paquetes electorales había más boletas que votantes o menos boletas que votantes, y que Felipe Calderón se opuso a que pudieran recontarse los votos de 2006 incluso después de que ya había llegado a Los Pinos, lo cual reforzó la acusación de la izquierda de que Calderón no ganó las elecciones de 2006, usurpando de esa manera la presidencia y robándole el triunfo electoral a Andrés Manuel López Obrador.
Cuanta urgencia por desaparecer las evidencias, el miedo no andda en burro y saben que si la info se difunde puede haber estallido social
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