Al consejero del IFE Marco Antonio Baños se le ocurrió decir la tontería de que el investigador Sergio Aguayo, quien se opone a que se quemen las boletas electorales de 2006, ha acudido a diversas instancias a promover diversas quejas contra la destrucción de las boeltas, pero "no ha tenido la fortuna de que las resoluciones le resulten favorables."
¿La fortuna? ¿Entonces para el IFE la certeza que la propia Constitución ordena que debe existir en las elecciones, y que claramente no hubo en la de 2006, es cosa de suerte?
Y es que según Baños, el IFE va a quemar las boletas electorales, pero no por capricho, sino por "una decisión tomada de conformidad con los fundamentos legales que hay al respecto."
Pues uno de los fundamentos es la certeza, y no la hubo en 2006, por lo cual, al quemar las boletas electorales, el IFE sí está actuando por capricho y pasándose por abajo al espíritu de la ley.
"Ups. Mala suerte", supongo que dirá Baños.
¿Qué le parece entonces a Baños si promovemos una reforma electoral para parchar todas las irregularidades que el IFE y el TEPJF le permiten al PAN y al PRI, y de pasada corremos a todos los consejeros electorales por ineptos y cómplices del fraude?
Digo, sería muy desafortunado, pero pues, caray, es de conformidad con los fundamentos legales que hay al respecto.
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