Mientras algunos en la izquierda ya se estaban peleando -realmente sin motivo- por transformación de MORENA en partido político, Marcelo Ebrard optó por la unidad y llamó a formar un frente amplio de izquierda CONTRA Enrique Peña Nieto.
La razón: porque el PAN no es oposición, puesto que está de acuerdo con las reformas del PRI.
El llamado de Marcelo definió perfectamente su postura política: alianzas sólo con la izquierda; con el PAN nada,
Lo cual pone sobre aviso a los Chuchos para que se vayan olvidando de pretender aliarse con el PAN si de verdad quieren ganar elecciones.
Y pone también sobre aviso a toda la izquierda en el sentido de que si quieren ganar elecciones tendrán que estar unidos.
Esa fue la parte que Andrés Manuel López Obrador descuidó cuando anunció que se separaba del PRD. Dijo que no había pleito, pero no se lo dejó lo suficientemente claro a sus seguidores, varios de los cuales se enfocaron en atacar a los chuchos cuando el verdadero enemigo es el PRI.
Hizo bien entonces Marcelo en llamar a la unidad. AMLO debe hacer lo mismo. Si la izquierda llega dividida a 2015, el beneficiado será el PRI.
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