Ladillas – Crónicas de la DEPENDENCIA
Por el Lic. Mefistófeles Satanás
1. La Conspiración de Atracomucho
Estaban los héroes de la dependencia en un degenere en Atracomucho, EDOMEX, cuando les llego noticia que habían sido descubiertos y que sus adversarios iban a balconear las empresas fantasmas. Cundió el pánico. Muchos empezaron a tratar de llamar a Iberia para obtener boleto en el próximo avión a Madrid. La Corregidora Elba Ester, que estaba amarrada con las patas abierta recibiendo las atenciones de la concurrencia, fue la única que no se asusto.
--¡Llamadle por el teléfono rojo al cura enano de los Pinos y avisadle que hemos sido descubiertos!
Tal se hizo. Enterado, el cura enano de los Pinos llamo a sus incondicionales y los arengo con estas palabras:
--¡Borregos! ¡Es hora, jic, de ir a robar urnas, jic! ¡Viva España! ¡Viva el patroncito tostado de, jic, Washington! ¡Muera México! ¡Muera México! (¡Salud!)
2. El PRIipila
En el asedio del IFE (la Albóndiga, no alhondiga, de Valdés Zurita) los adversarios de los héroes de la dependencia bombardeaban esta con toda clase de denuncias. Las evidencias del fraude electoral hacían estragos entre los defensores de la Albondiga y esta parecía a punto de caer. Viendo todo casi perdido, un tal Pedro Joaquín, conocido por su conchota y apodado el PRIpila, se avoco a introducir una tarima de billetes a la Albóndiga. A pesar de que los adversarios le llovían tarjetas Monex y de SoPRIana en el lomo el PRIpila este ni se inmuto. El PRIpila logro meterse a la Albóndiga por una alcantarilla y entregar ahí la plata. Esto, además de las amenazas de amanecer encobijados en Neza, que les transmitió el PRIpila, les dio ánimos a los defensores.
3. El Sitio de la Ibero
Los héroes de la dependencia incursionaron en esas tierras pensando que ahí encontrarían buena recepción a su mensaje. Llevaron sus mejores batallones de acarreados, aunque estos atraían la atención por sus trapos rotos y facha de jodidos que los distinguían de los habitantes de esa ínsula. Con mucho pundonor el caudillo de la dependencia defendió su causa ante los del luegar, recordandoles como en Atenco había emulado al inmortal Diaz Ordaz. Ofreció repartir despensas y camisetas a los lugareños. Mas los adversarios era muchos y hostiles y mandaron a la chingada sus ofrecimientos y el caudillo de la dependencia se tuvo que atrincherar en el cagadero del lugar. La situación era desesperada. No había talquito a la mano y el caudillo ya sentía como si tuviera arañas bajo la piel. Fue solo a base de mucho sacrificio que lograron los héroes de la dependencia encontrar "una salida para salir" (pues todas eran de entrada solamente). Afortunadamente, los cronistas adictos a la causa de la dependencia se encargaron de representar esta retirada vergonzoso como un gran logro.
4. El Guerrillero de la Corregidora
Viendo la necesidad de asegurar que el erario siguiera manteniendo a su partido, la Corregidora Elba Esther convoco a un guerrillero bigotón, Gabriel Quadri:
--Id y hacer campaña, don Gabriel, os lo ordeno –le dijo la Corregidora.
--Pero como, señora --respondió don Gabriel--, ¡voy a perder!"
--¡Ya sé que vais a perder! Pero mi intención es que le restéis votos a nuestros adversarios.
--Pero, señora, ¡solo los muy pendejos votarían por mi!
--¿Sois bruto o que? –regaño la Corregidora Elba Esther--. ¡En tal caso tenéis campo fértil en México! ¡Yo los he embrutecido por años! ¡Id y aseguradme que el PANAL siga recibiendo dineros del erario!
Quadri no dijo mas. Se dio cuenta que en un país donde abundan los pendejos su campaña, tal y como la había diseñado la maestra, seria un éxito. Y así montado en su combi se dedico a recaudar votos entre los pendejos y asegurarle el registro al PANAL.
5. "Va el erario de Coahuila en prenda"
Estaban asediados los héroes de la dependencia. El cargamento de 25 millones en "parque" que les habían mandado desde Veracruz habia sido tomado. Se convoco a una junta de los jefes. Fue ahí que don Humberto Moreira anuncio que hablaba a nombre de su hermano, gobernador de Coahuila:
--Señores, despreocupaos, --les anuncio don Humberto plantando una tarima de billetes ante ellos--. ¡Va el erario de Coahuila en prenda! ¡Vamos a desplumarlo!
Dicho esto, se levanto el ánimo de los otros jefes de la dependencia y con igual entusiasmo endeudaron a sus gobernados y desplumaron los erarios que controlaban para favorecer la causa de la dependencia.
6. El Abrazo de Acatematan
Ante la necesidad de combatir a los adversarios, los dos caudillos de la dependencia, don Carlos y el cura enano de los Pinos, decidieron unir sus fuerzas. Para ello decidieron verse en el pueblo de Acatematan en EDOMEX, lugar conocido por su peligrosidad y cercanía al DF (bastión de los adversarios). Ambas fuerzas recelaban pues pertenecían a bandos distintos. Sin embargo, para asegurar la dependencia, los huesos, y la impunidad para que el cura enano no fuera juzgado en La Haya ambos lideres se olieron las colas y al final se dieron un abrazo. Esta fue la consumación de la dependencia.
7. El Virrey Aprueba la Dependencia
Unidos los héroes de la dependencia a raíz del abrazo de Acatematan pos resultaron invencibles. El reparto de despensas, los ratones locos, el pago por el voto no fue sancionado. Faltaba solamente que el virrey, Wayne, diera su visto bueno para que se consumara la dependencia. Esto se logro sin mayor tramite e incluso el soberano tostado de la Casa Blanca llamo para felicitar al nuevo gerentito del patio trasero. Los medios se encargarían de denostar los esfuerzos de los últimos adversarios de la dependencia que quedaban. Estos serian representados como "revoltosos y malos perdedores que deberían ponerse a trabajar...por siete pesos la hora".
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