Marcelo Ebrard se destapó ayer para contender en 2018. O bien, confirmó su destape, porque en realidad manifestó su intención de ser candidato desde 2011 y lo dijo en entrevistas varias veces.
Pero a la ultra-archi-requete-recontra mucha izquierda no parece haberle hecho gracia.
Lo digo porque ayer, luego de que reporté sobre el destape (yo estaba en el Auditorio Nacional cuando Ebrard lo dijo) un ultra-izquierdista, de esos que le ponen el logo de la hoz y el martillo a su descripción en Twitter, me respondió descalificando a Ebrard y llamándolo "ecocida".
Lo cual a mi me pareció una falacia. ¿Cómo que "ecocida"? Si durante la administración de Ebrard se redujo la contaminación en 7.7 toneladas de dióxido de carbono (en gran parte por el uso del Metrobús, por cierto).
La respuesta del ultra-izquierdista: es que talaron 16 árboles para hacer obras en el Centro Histórico. Nadamás que las obras que se hicieron en el Centro Histórico fueron principalmente para la línea 4 del Metrobús, cuyo uso es el que está reduciendo la contaminación en el DF.
Pero resulta que el GDF plantó casi 200 árboles por las obras del Metrobús en el Centro Histórico.
Tampoco dijo el ultra-izquierdista en cuestión que muchos de los árboles en todo el DF tienen que ser talados porque o se mueren con la edad o los tira el viento, como pasó el primero de junio precisamente en el Centro Histórico.
Y donde se talaron árboles en Avenida Juárez, se plantaron jacarandas.
Ahora bien: entiendo la animadversión que hay en la ultra-izquierda contra Marcelo Ebrard, y de la cual nosotros los pejistas somos en parte responsables, ya que de 2008 a 2011 fuimos sumamente duros con Marcelo para defender la candidatura de AMLO.
Pero al final Marcelo no sólo cedió la candidatura, sino que apoyó al Peje en 2012 en todo dentro de lo que la ley le permitió. Vaya, hasta hizo un spot de campaña para AMLO.
A la ultra-izquierda se le olvida también que AMLO nominó a Marcelo para que fuera su secretario de gobernación precisamente con miras a 2018.
Con lo cual tenemos que, primero, la ultra-izquierda debe entender que ya no estamos en 2006. Y que el propio AMLO no ha dicho que quiera ser candidato para 2018. Si lo decide, quien esté mejor posicionado será el candidato y estoy seguro que si el mejor posicionado resulta ser Marcelo, Andrés Manuel le dará su apoyo.
Y segundo, Marcelo Ebrard tiene una primera tarea en su camino a 2018: convencer a la ultra-izquierda. Porque a la clase media, a los independientes, a un segmento de la izquierda creo que no tendrá problema en convencerlos. Pero a la ultra-izquierda que lo descalifica por falta de información aún no.
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