Ciudad de México - El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación desechó la impugnación presidencial presentada por la coalición Movimiento Progresista, validando de esa manera el fraude electoral perpetrado por Enrique Peña Nieto.
Al reunirse una mayoría de 4 votos a favor del dictamen en contra de la impugnación presentada por los partidos de izquierda, el TEPJF desechó todas las quejas de la izquierda sin realizar una investigación exhaustiva y pese a que toda la evidencia de los manejos financieros del PRI no han sido valorados.
Hasta el momento los magistrados Salvador Olimpo Nava, Flavio Galván, Esteban Penagos y Maricarmen Alanís se han manifestado a favor de recharzar la impugnación, por lo cual se reunirían los votos suficientes para desecharla.
El pretexto que dieron los magistrados del Tribunal Electoral fue que las quejas del la izquierda ya fueron resueltas por el IFE, y que las pruebas presentadas fueron insuficientes. Esto a pesar de la enorme cantidad de evidencias respecto a la compra de voto y dinero ilícito en la campaña de Peña Nieto.
Respecto a la propaganda encubierta de Peña Nieto, el TEPJF alegó que no se puede sancionar porque ocurrió antes del proceso electoral.
Y respecto a las encuestas usadas como propaganda por Enrique Peña Nieto, el Tribunal alega que las encuestas no pueden ser equiparadas como predicciones de eventos futuros, por lo cual sólo son instrumentos de información, y que además quien pretenda cuestionarlas debe demostrar que se manipularon a raíz de un análisis de la metodolgía de las mismas.
Esto a pesar de que sí existieron análisis metodológicos de encuestas que demostraban manipulación de las encuestas.
Adicionalmente, el TEPJF pretendió defender a las encuestas alegando que predijeron correctamente el primero, el segundo y el tercer lugar en la elección.
Respecto al caso Monex, el Tribunal alegó que las pruebas presentadas no son suficientes para invalidar la elección ni en el caso de Monex ni en el caso de José Aquino.
Especificamente sobe Monex, el TEPJF alega que lo único que se demuestra es que el PRI tuvo acceso a dinero. Alega también que no hay falta porque las tarjetas de Monex no se distribuyeron a la población en general.
Esto a pesar de que la queja de la izquierda es de que las tarjetas de Monex se usaron no para la compra de voto, sino para rebasar topes de campaña.
En lo que toca al caso Soriana, el Tribunal alega que los videos, testimonios y demás pruebas entregadas por la izquierda demuestran que el PRI las hubiera repartido a la población o que se hubieran usado para comprar voto.
Por si fuera poco, el TEPJF no quiso admitir las pruebas supervenientes presentadas por la izquierda alegando que se justificaron juridicamente.
Además el TEPJF se negó a aceptar como evidencia las fiscalizaciones sobre los gastos de campaña del PRI debido a que no han concluido y se concluirán hasta enero de 2013.
Respecto al partido de futbol de la selección mexicana al cual el PRI llevó acarreados a favor de Peña Nieto, el TEPJF no lo quiso aceptar como prueba porque, dijo, el PRI no dijo cuánto pagó.
Respecto al operativo Agora del SNTE el TEPJF también rechazó la acusación alegando que no se presentaron pruebas al respecto.
Respecto a la coacción de voto por gobiernos priistas de Durango y Chihuahua, el TEPJF desechó la queja debido a que no quiso aceptar las evidencias y las consideró aisladas.
Respecto al video de los cheques y uso de recursos Zacatecas, el TEPJF lo desechó porque, dijo, no demuestra el ilícito.
Respecto a la bodega de utilitarios y despensas en una bodega del gobierno de Veracruz, el Tribunal lo desechó debido a que, dice, sólo representa indicios leves.
Respecto a las tarjetas telefónicas repartidas por el PRI, el Tribunal las desechó porque, dice, la izquierda no acreditó que se usaran para comprar voto y, además, las pruebas están en investigación.
También dijo que no hay pruebas de que los mensajes de texto enviados el día de la elección a favor de Peña Nieto pese a que hay fotos y videos del mismo, al cual sólo les llama "leve indicio."
Respecto a las irregularidades en los cómputos distritales, el TEPJF alegó que no acepta la queja debido a que si las aceptara tendría que hacer un análisis a fondo de los mismos, cosa que no quiso hacer.
A pesar de que la sentencia no se basó en un análisis exhaustivo de las pruebas, el magistrado Salvador Olimpo Nava pretendió alegar que sí lo fue y además alegó que a un tribunal no se le debe juzgar por motivos políticos.
Por su parte, el magistrado Flavio Galván dijo que la impugnación se debió haber desechado supuestamente por extemporánea.
Flavio Galván, leyó uno de los testimonios notariados de las tarjetas Soriana de CTM, inclusive envueltas en celofán, usadas para el PRI para comprar votos, pero desechó el testimonio alegando que no se dijo quién entregó las tarjetas o la hora en la que se hizo la entrega.
Dijo además que los paquetes eran de tarjetas que no se entregaron a los ciudadanos. Esto a pesar de que las tarjetas se pretendían usar para coaccionar el voto. Y lo critica diciendo que en vez de ir al ministerio público lo entrega a un dirigente del PRD acudiendo al DF para que un notario local de fe de los hecho ocurridos en el Estado de México.
Por este motivo, dijo, el testimonio notarizado sólo demuestra que las tarjetas existen, pero que no se usaron para coaccionar voto a pesar de que el testimonio dice claramente que ese era su propósito.
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