El lunes pasado el Consejo Coordinador Empresarial, por medio dijo que para que Enrique Peña Nieto pudiera cumplir con sus compromisos de campaña, tendría que recaudar 800 mil millones de pesos adicionales a lo que ya se recauda. Dijo:
"Con una proyección conservadora de las necesidades financieras del sector público para los próximos años, estimamos que con los objetivos planteados se requieren recursos adicionales por más de 800 mil millones de pesos por año. Sería un presupuesto 20% más grande que el de 2012, con un aumento equivalente a casi cuatro veces el gasto de 2012 en educación."
Pues qué interesante, porque con el plan económico de AMLO se podría recaudar no 800, sino 900 mil millones de pesos.
No lo digo yo. Lo dijo el 17 de junio pasado el economista del TEC de Monterrey, José Luis de la Cruz, quien declaró que si se reducen los salarios de la alta burocracia en todos los sectores del gobierno federal, incluyendo Pemex, CFE, IMSS, ISSSTE, y las aportaciones del gobierno federal a estados y municipios, más sueldos y salarios, se podrían obtener 900 mil millones de pesos.
Vale la pena recordar esto porque según el CCE, aún aumentando la recaudación por un crecimiento económico y eficientando la recaudación, faltarían 500 mil millones de pesos por recaudar. Que sin reformas estructurales eso sería imposible.
Pero sí es posible sin reformas privatizadoras. Ya lo demostró Juan Luis de la Cruz. Es más: el CCE asume que se puede recaudar el dinero sólo con un crecimiento de la economía. Es decir, no es seguro. Por consiguiente, sólo con el plan de AMLO se podrían pagar las propuestas de Peña Nieto.
Así que el CCE en vez de estar promoviendo reformas que no se necesitan, mejor debería promover que se implemente le plan económico de AMLO. Ese sí es factible y, más importante aún, no implica aumentos de impuestos, ya que habría más dinero para el gobierno simplemente ahorrando y recortando sueldos onerosos.
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