COMENTO: Lo de Soriana y Monex es contundente. Y lo de la publicidad encubierta de Televisa también. Y lo de los espectaculares de EPN también. Pero el IFE no quiere adelantar la fiscalización, no quiere investigar a Televisa y sólo contó ¡13 espectaculares! No es que las evidencias no sean contundentes, sino que el IFE está solapando al fraude de Peña Nieto.
Que Tomás Yarrington está negociando ser testigo protegido en Estados Unidos.
COMENTO: Momento. Si quiere ser testigo protegido es porque, por lo menos, sí sabe algo sobre el crimen organizado. La pregunta es si sólo sabe o si formó parte. Y que conste: Enrique Peña Nieto defendió a Yarrington a principios de año, alegando que había un complot para desprestigiar al PRI.
Que causó indignación que le pusieran a una de las salas del museo Rufino Tamayo "Carlos Hank Rhon". Que porque es vergonzoso la cultura y el arte estén dependiendo de los dineros de los ricachones, dice Raquel Tibol, crítica de arte.
COMENTO: Dos cosas. 1. Para los que no conocen la historia del arte, en la mayor parte de la historia de las civilizaciones los patrones del arte han sido los ricos y los reyes. La cumbre de esta tendencia fue el renacimiento, cuando los Medici y la iglesia católica fueron los patrones del arte. Fue hasta el siglo XX cuando algunos gobiernos empezaron subsidiar el arte, pero también de manera elitista ya que sólo le daban a unos cuantos artistas los recursos para desarrollar su obra. En México eso logró el surgimiento del muralismo, pero en Estados Unidos logró porquerías como los cuadros expresionistas abstractos de Jackson Pollock. Curiosamente, Peggy Guggenheim le compró una de sus basofias abstractas a Pollock y, como no cupo en la pared de su sala, mandó a que le mocharan un pedazo para que finalmente cupiera. Total, ni quien lo fuera a notar. Así que el que los ricos paguen por arte no es nuevo ni es en lo que se está convirtiendo el arte. Así ha sido siempre. 2. Si Raquel Tibol no sabía esto ¿qué fregados hace como crítica de arte? Mejor que se ponga a criticar las obras de teatro infantil que paga el CONACULTA porque esas sí son una porquería subsidiada por el gobierno para beneficio de los cuates de los panistas. Invariablemente se muere un niño, o hay violencia, o algo por el estilo. Digo, si de eso se trata, mejor que los papás lleven a los chamacos a ver Los Vengadores y dejémonos de mamadas quedas. Ah, y si lo que molesta es el apellido Hank Rhon, pues la solución es sencilla: no vayan a ese museo. Hay otros. Y la verdad, está tan jodido el arte contemporáneo que ya da igual cómo se llame la sala donde se presenta. La mierda apesta igual en cualquier baño.
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