El IFE dio a conocer ayer que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores no ha entregado la información financiera de la campaña de Enrique Peña Nieto que les solicitó. Que porque, dice la CNBV, no ha vencido el plazo legal para entregarlas.
¿El plazo legal?
Si la CNBV -léase el gobierno de Felipe Calderón- de verdad quisiera que se hiciera justicia sobre las ilegalidades cometidas por Peña Nieto, y que los propios panistas admiten que ocurrieron, Calderón hubiera ordenado que se entregaran esas pruebas desde hace bastante.
Pero no lo ha hecho. ¿Por qué?
Pues porque esas pruebas son moneda de cambio.
Si Calderón no ordena que se entreguen la información antes de la calificación de la elección, le ayuda a Peña Nieto a que se convalide su fraude.
No lo haría de gratis. A cambio, Calderón podría pedir impunidad para las cochinadas que ha cometido en los últimos 6 años.
La pregunta es entonces esta: ¿Va a presentar Calderón la información antes de que se califique la elección, o mejor no lo hará a cambio de impunidad?
Huele a lo segundo.
Calderón aún tiene unos días para presentar esa información. Si lo hace, y como resultado se invalida la elección, podrá irse por lo menos con un poco de dignidad.
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