- Expresa disposición a un acuerdo con sus adversarios políticos, a partir de la anulación de la elección para presidente de la República.
Por andresmanuel.org
Puebla, Puebla - Desde esta histórica ciudad, Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que la próxima semana entregará al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife) un resumen, acompañado de las respectivas pruebas, de todas las violaciones a la Constitución, que serán suficientes para declarar inválida la elección presidencial.
Hacia mediados de semana, explicó, se hará llegar el documento a los magistrados del Trife, cuyo contenido detalla cada una de las trasgresiones, antes y durante la pasada jornada electoral, al texto de la Carta Magna, en particular al artículo 41, y otras leyes en la materia.
Adicionalmente el Tribunal contará con pruebas contundentes para realizar las investigaciones del caso y emitir su fallo, cuyo plazo legal vence el próximo 6 de septiembre, destacó.
En la asamblea informativa que encabezó en esta ciudad capital, el candidato presidencial de la coalición Movimiento Progresista adelantó sin embargo que cada prueba presentada hasta el momento no da motivo alguno a pretextos ni a argucias legales para declarar la invalidez de la elección para presidente de la República.
Ante hombres y mujeres que se dieron cita en el Zócalo de la capital poblana, dejó en claro que el único objetivo es la defensa del voto, sin darle vuelta a la página, y con el único acuerdo de que cancele la elección presidencial.
Dijo a sus adversarios políticos: ¿Quieren acuerdo? Será sobre la base de la invalidez, porque no vamos a permitir de ninguna manera un acuerdo que se construya sobre el pantano y la inmundicia de un fraude electoral.
Acompañado por los dirigentes nacionales del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, Jesús Zambrano, Alberto Anaya y Luis Walton, respectivamente, así como por su coordinador de campaña, Ricardo Monreal, informó que el próximo domingo se instalará en el Zócalo de la Ciudad de México la Expo Fraude y subrayó que la defensa del voto ha sido, es y será por los cauces legales y por la vía pacífica.
Mientras cientos de ciudadanos y simpatizantes de su candidatura gritaban una y otra vez ¡Justicia!, López Obrador aseguró que en la defensa del voto y de la democracia se enfrenta a grupos de intereses creados, pero somos millones de mexicanos organizados, con el apoyo del movimiento que generaron, previo a la contienda presidencial, miles de jóvenes y los estudiantes. En consecuencia, destacó, “ya hay relevo generacional, de jóvenes conscientes que darán continuidad al movimiento por la transformación del país”.
Al llamar a los ciudadanos a no perder la fe, expresó que el pasado 1 de julio pretendieron apabullarlo y atontarlo con un madruguete, protagonizado por los candidatos de los candidatos presidenciales del PAN y de Nueva Alianza y secundado por otros actores políticos; sin embargo, “dije vamos a esperar y no comparto ese punto de vista, porque creyeron me iría con la cargada”, expuso.
Luego señaló que sus adversarios políticos prepararon toda una estrategia, acompañada de una campaña para desprestigiarlo, porque consideraron que convocaría a la movilización ciudadana, pero aclaró que optó por el acopio de pruebas sobre anomalías e irregularidades cometidas antes y durante la elección.
El resultado está a la vista, afirmó al mostrar un puño de tarjetas utilizadas por el PRI, vía prepago y telefónicas, para la compra del voto en todo el país. Algunos plásticos le fueron entregados en ese momento por jóvenes y adultos que dijeron que el partido tricolor pretendió comprar su conciencia.
Hubo un uso desmedido de dinero, el efectivo corrió a raudales, se trató de ríos de dinero para traficar con la pobreza de la gente. Fueron recursos de fuentes no legítimas ni legales, sino dinero ilegal y fue tanto que ahora no pueden ocultarlo, abundó.
Como lo explicó esta semana, subrayó: Hay evidencias del uso de empresas fantasmas para financiar la compra del voto y cada evidencia se ha presentado al Tribunal Electoral como pruebas supervenientes, con la intención de que se declare inválida la elección presidencial.
A manera de ejemplo, explicó que se estima en cinco millones la producción de tarjetas telefónicas para la compra del voto y cada una de ellas con un saldo de 100 pesos de tiempo aire.
La suma total –prosiguió— asciende a 500 millones de pesos, sin considerar el valor del plástico ni el trámite administrativo, y dicha cantidad supera al tope máximo para gastos de campaña fijado por la ley, que es de 330 millones de pesos.
Con ánimo de documentar la compra del voto y declarar la invalidez de la elección presidencial, bastaría con solicitar el contrato que suscribió el PRI con la empresa telefónica Telmex, agregó.
De cara a la nación, manifestó que actúa, junto con su equipo de trabajo, dentro del proceso que establece la ley en la materia y que se presentarán nuevas pruebas supervenientes, por tratarse del sufragio y de la confianza que le depositaron millones de ciudadanos militantes y simpatizantes de los partidos que lo postularon, así como de filiación panistas y mujeres y hombres libres pensadores, de las clases medias y de las distintas religiones.
Durante su participación en la asamblea informativa, López Obrador aseguró que sus adversarios están nerviosos porque recurrió a la denuncia legal y a la presentación de pruebas, además estimaron erróneamente que diría: Se acabó y tienen la puerta abierta para que hagan lo que quieran, pero eso jamás, porque no vamos a traicionar la confianza que le depositaron millones de mexicanos, abundó.
Posteriormente sostuvo que el grupo de intereses creados que pretende comprar la Presidencia de la República sólo cuenta con el respaldo del dinero y de un importante número de medios de comunicación, aunque no tienen el respaldo de la mayoría de los ciudadanos.
Para sustentar su dicho, mencionó que en ninguna parte del territorio nacional hubo festejo por el supuesto triunfo electoral del PRI y su candidato Enrique Peña; en cambio, campea una especie de duelo o tristeza en la mayor parte del suelo mexicano, y preguntó a los ciudadanos que asistieron a la asamblea informativa: ¿O han visto a un priísta celebrando?
La respuesta fue no. “Pueden –sus adversarios— comprar votos pero no la dignidad de la gente y sin el acuerdo de la gente no se puede gobernar. No tienen el respaldo de los ciudadanos”, añadió.
Por considerar que el grupo de intereses creados se caracteriza por aplicar la mano dura, pidió a simpatizantes y seguidores no caer en la trampa de la violencia ni de la provocación. “No les vamos a dar pretextos a los violentos para que nos acusen de violentos”, puntualizó.
En ese tenor, resaltó que el movimiento que encabeza es pacífico y “nos asiste la razón, porque luchamos por la transformación de México”.
Al final de su mensaje, reconoció públicamente el apoyo que ha recibido de los dirigentes y militantes del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, así como del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA). “Hay unidad, no me han regateado su apoyo, tampoco hay fisuras”, aseguró.
Antes, Monreal dijo que los priistas no deben molestarse porque López Obrador se ha conducido con pulcritud constitucional y con carácter de ciudadano ejemplar y anticipó: No lo vamos a dejar solo y aquí nadie se raja.
También dio respuesta a los priistas y equipo de campaña de Peña Nieto, que amenazan con demandarlo por la vía penal. No les tengo temor ni los respeto porque son unos vulgares delincuentes electorales y conozco a ese tipo de malandrines.
Y coincidió con Zambrano, Anaya y Walton: En la defensa del voto y de la democracia ni un paso atrás y no dejaremos solo a Andrés Manuel López Obrador.
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