No veo la tele, mucho menos Televisa, así que de lo que ocurre ahí me entero por lo que la gente dice en Twitter.
Ayer el twittero @Nostalgiedevous publicó el siguiente mensaje:
"3er.Grado-y pensar q las masas esta es su versión.Loret dice qAMLO contagió indignación xun fraude q sólo es especulación,mira al'18 @toliro"
Interesante. Quiere decir que a los televisos les molestó que AMLO balconeara el fraude que perpetró Enrique Peña Nieto.
Si Loret usó la palabra "contagio" en realidad lo trata de decir sin que se note es que los argumentos de AMLO contra el fraude electoral de Peña Nieto fueron contundentes. Tan contundentes que logró convencer a una cantidad muy grande de mexicanos.
¿Cuántos mexicanos? Tuvo que haber sido una cantidad muy grande como para que Televisa le dedicara un ataque al Peje por ese tema.
Pero ¿cuántos?
Tal vez la respuesta la tiene Manuel Camacho Solís, quien ayer declaró lo siguiente. Cito textual:
"No es cualquier cosa que el 50 por ciento de los ciudadanos consideren que hubo dinero sucio en esta elección".
Esto lo dijo Camacho, de acuerdo con Reforma, como razón por la cual el TEPJF debe emitir un fallo objetivo, legal y transparente.
50 PORCIENTO. En 2006 no hubo tanta gente diciendo que hubo fraude. Es más: fue hasta 2011 cuando María de las Heras publicó una encuesta para El País donde s49% de los mexicanos consideran que sí hubo fraude en 2006. Casi 50.
Camacho no es el único que lo dice. Jorge Castañeda, que dista mucho de ser pejista, declaró hace unos días que hay otras encuestas en las que 50% considera que sí hubo fraude. Especificamente, Castañeda menciona a la encuesta de GAUSSC, la cual señala que 50% de los encuestados consideraron que la elección fue inequitativa y que hubo compra de votos.
Con razón se les irritó el esfínter a los televisos. El fraude de Peña Nieto está resultando más burdo y más indignante ante la opinión pública que el de Calderón. Y el hecho de que AMLO esté denunciándolo simplemente indica que son más los mexicanos que le creen que los que votaron por él.
Y con justa razón. Del fraude de Calderón hubo pruebas indirectas. Por eso Calderón se sigue negando a que se cuenten los votos de 2006. Pero del de Peña Nieto las pruebas son directas y tangibles: Compra de votos con tarjetas de Soriana, triangulación de dinero para comprar tarjetas de Monex para rebasar topes de campaña, saturación de publicidad, uso propagandístico de encuestas claramente mentirosas, uso de recursos públicos para la campaña de Peña Nieto, y reparto de todo tipo de utilitarios para coaccionar el voto.
¿Quién en su sano juicio va a decir que eso no fue una elección fraudulenta? Pues alguien a quien no le convienr que se anule la elección porque podría afectar a sus intereses.
¿Los televisos? ¿Cómo creen? ¡Si son pura pulcritud! ¿Cuándo han visto que se vendan, o que digan mentiras, o que desinformen?
Malpensados.
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