Había una vez un país llamado México...

Había una vez un país llamado México. Tenia una historia gloriosa. Sus leyes eran avanzadisimas. Su suelo era feraz. Abundaban las riquezas minerales. Su cultura era milenaria. Su pueblo era vigoroso, trabajador y alegre. Hoy ese México ya no existe. Su cultura se ha reemplazado con monos de plástico. Su pueblo consiste de  esclavos hambrientos, sumisos y tristes, sin esperanza. Su riqueza se reparte entre unas cuantas manos, por lo general extranjeras. Sus leyes no se respetan y exigir que se respeten es motivo de burla. Sin embargo, todavía quedan unos cuantos que se aferran, tercos, en volver a hacer ese México una realidad. Para ellos claudicar seria morir: potius mori quom foetari.  Mientras quede uno en pie la esperanza de reconstruir ese México sigue viva.