Ricardo Monreal declaró que las encuestas se usaron como formas de propaganda electoral, al presentar ventajas de Peña Nieto que no existieron, por lo cual tendrían que ser investigadas puest que el pago de las encuestas es mayor que el tope de campaña establecido por ley.
Entre las encuestadoras mencionadas por Monreal estuvieron Mitofsky, GEA-ISA, Parametría, Buendía y Laredo y Ulises Beltrán.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, yo agregaría, debe investigar también a la encuestadora Covarrubias y Asociados.
Se le debe investigar no sólo para determinar quién pagó sus encuestas -que no son baratas-, sino porque Ana Cristina Covarrubias admitió en entrevista para ADN Político que le pidieron que alterara su encuesta, pero sin decir quién le pidió que lo hiciera.
Recordemos una cosa: Covarrubias no le atinó a la verdadera ventaja de Peña Nieto tampoco. Le dio más ventaja de la que realmente tenía.
Que se investigue entonces y que haya transparencia. Porque fuera de Ipsos-Bimsa y la encuesta de Observatorio Universitario, con metodología de Berumen, ninguna encuestadora realmente se acercó al resultado de la elección.
Si fue por incompetencia, malo. Ya no se puede confiar en las encuestadoras entonces. Y si fue por dolo, menos se podría confiar ni en las encuestas ni en los medios que las promueven.
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