Josefina y Peña Nieto, muertos de miedo
Con gestos acartonados por la preocupación, los candidatos del PRI y el PAN asistieron ayer al segundo debate.
La loza que cae sobre Peña Nieto no es fácil de llevar. El llamado Televisa Gate y las repetidas marchas Anti Peña, amén de la presencia del Movimiento #Yosoy132 han mermado no sólo su campaña; el ánimo del insípido candidato priista se nota por los suelos y sus pocos argumentos de defensa se quedan en el tintero.
Por su parte la candidata panista, visiblemente nerviosa y enojada, sólo atinó a hacer uso de la descalificación a sus adversarios, específicamente a Andrés Manuel López Obrador, a quien acusó de ser militante del PRI en 1971 y ser cómplice de la represión estudiantil conocida como “El Halconazo”
El primer argumento de Josefina es totalmente falso. Si la señora supiera hacer cuentas sabría que Andrés Manuel en la fecha referida no tenía la edad para ser militante de ningún partido y mucho menos ser cómplice de nada, ya que el político tabasqueño tiene actualmente 58 años.
El segundo argumento contra López Obrador es, por decir lo menos, una infamia. Si alguien se ha preocupado por llevar a la práctica programas sociales ha sido precisamente él y como muestra está el apoyo a adultos mayores que existe en el DF y que fue creado por él durante su gobierno.
Usar argumentos tan viles con el objetivo de restarle votos a Andrés Manuel tanto con los estudiantes como con las clases más vulnerables del país sólo habla de la desesperación de Vázquez Mota al saber que va quedándose hasta la cola en las encuestas. La panista habló con el hígado y pensó que si decía a los jóvenes que simpatizan con AMLO que han sido engañados dejarían de votar por él. Lo mismo con las clases desprotegidas, a quienes quiere infundirles miedo haciéndoles creer que se les van a quitar los apoyos que actualmente reciben. Estas patadas de ahogado son parte de la guerra sucia que ha emprendido el PAN y que obviamente no les está funcionando.
Peña Nieto miente: no subirá los salarios
Al comienzo del debate Enrique Peña Nieto prometió darnos la clave mágica con la que hará que nuestros salarios suban pero durante todo el debate no dijo nada. Por supuesto miente y esta mentira es la que ha usado como pilar de su campaña en el último tramo de la contienda presidencial para convencer a algunos votantes que quieren ver reflejado un beneficio en su bolsillo.
Peña Nieto quiere darle a la población atole con el dedo y decirle a la gente lo que quiere oír a sabiendas que no tiene forma de conseguirlo. Su discurso fue demagogia pura al mero estilo del PRI de siempre.
El ex gobernador mexiquense omitió por razones obvias hablar del ataque del que fueron víctimas los jóvenes del movimiento #yosoy132 el viernes pasado en el Estadio Azteca por un grupo numeroso de porros pagados por el PRI y de las marchas y protestas que a diario vemos en su contra a lo largo y ancho del país y lo único que hizo, en respuesta a Josefina, quien puso sobre la mesa el tema de su desventurada visita a la Ibero, “que está dispuesto a dialogar con los jóvenes y que es mentira que se haya escondido en el baño”.
Calderón a escena
Sorprendió a los usuarios de twitter la participación del habitante de Los Pinos, Felipe Calderón quien escribió la red social:
“Si el gobierno despidiera a todos los altos funcionarios, de director a Presidente, ahorraría 2 000 mdp, no 300 000 mdp. ½ sueldo: 1 000 m””
Es la primera vez en toda la campaña presidencial que Calderón “apuntala” a la candidata de su partido haciendo eco a las descalificaciones que hizo Josefina durante el debate importándole un comino violar la veda electoral y evidenciando la desesperación del panismo al saber perdida la carrera hacia Los Pinos.
Andrés Manuel, su fuerza, su gabinete, sus propuestas
El candidato de las izquierdas se mostró propositivo y abierto en el debate, poniendo énfasis en su experiencia, su conocimiento en los cargos públicos y presentando a su gabinete. Al parece no le hicieron mella los ataques de Vázquez Mota y siguió en su papel, que era informar a la audiencia en qué consiste la fuerza de su proyecto: abolir la corrupción, generar empleos, dar oportunidades a los jóvenes, apuntalar la educación y sobre todo, dedicarse a resolver los asuntos internos del país para mejorar su imagen en el exterior y con ello abrir el mercado al exterior.
En este segundo debate Andrés Manuel no atacó a nadie y me pareció lo adecuado, ya que lo que urge en esta recta final de la campaña es hablar de propuestas y apuntalar a las personas que podrían formar parte de su equipo. Y así lo hizo, marcando muy bien la diferencia entre quien sólo descalifica y quién sí tiene propuestas que se pueden llevar a la práctica.
Vimos, en suma, a un político con amplia experiencia y enorme colmillo para enfrentarse a cualquier adversario. Sólo le faltaría, en mi opinión, no omitir hablar de temas tan importantes como la atención inmediata a las víctimas de la violencia y el ataque frontal al narcotráfico , temas que no terminan de aterrizar ninguno de los cuatro contendientes y que representa una de las exigencias mayores de la sociedad.
Quadri, el golpeador
El candidato que dio la nota por su tono burlón y poco o nada propositivo fue Quadri, quien sí llevó la consigna de atacar a quien tuviera enfrente.
Desde su notoria obsesión por un tratado de libre comercio con China, hasta su posición de “perdona vidas” a los que él llama políticos que descalifican y no proponen nada, la asistencia del candidato de Nueva Alianza al segundo debate no aportó absolutamente nada.
Quiadri sólo va por el hueso y por conservarle el registro al partido de Elba Esther, de ahí en fuera, si asiste o no hubiera pasado exactamente lo mismo.
El futuro inmediato
Los cierres de campaña de los candidatos parecen predecibles, sobre todo para los abanderados del PRI y el PAN, a quienes se les ha visto caer en forma acelerada y quienes tienen que luchar contracorriente para lidiar con las protestas sociales, en el caso del candidato del PRI y contra el abandono y desaires de la misma gente del PAN, en el caso de Josefina. En ninguno de estos dos casos parece fácil terminar la contienda y mucho menos parece que el triunfo sea de ellos.
Caso contrario hemos visto con López Obrador, a quienes las mismas encuestadoras no pudieron ocultar que ya se llevó de calle a todos, aunque velada y estratégicamente lo coloquen en segundo lugar. Pero en este momento crucial es donde se verá de qué lado masca la iguana. Andrés Manuel y su equipo no deben bajar la guardia ni confiarse como en muchas ocasiones ha ocurrido. Su fuerza consiste en el trabajo por tierra, en su cercanía con las personas, en abrirle los ojos para que no vendan su voto y en presentar las veces que sea posible su gabinete. Andrés Manuel tiene todo para ganar y esperemos que no se duerma. Dejar de lado su discurso de descalificaciones a las televisoras y sus contrincantes sería una buena opción, ya que lo que se necesita ahora es ir por el voto de los indecisos e incluso de los mismos priistas y panistas que están cansados de sus partidos pero le temen al cambio. Esperemos que eso suceda porque la recta final está cada vez más cerca.
@Mar_Morales_
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