Se trata de funcionarios que participaron en una red de beneficios mediante contratos de obra pública, en sociedad con empresaris, y que ahora operan para Peña Nieto y Sandoval. Los contratos, otorgados precisamente durante la administración de Sandoval, fueron por más de 64 millones de pesos.
Uno de los beneficiarios fue Mauricio Gudiño Coronado, actual coordinador de la campaña de Peña Nieto en Jalisco que fuera secretario de Servicios Municipales de Aristóteles Sandoval, candidato del PRI a gobernador de Jalisco.
También estaría implicado, dice Reforma, Mauricio Navarro Gárate, secretario de promoción económica municipal de Sandoval y hoy vocero de Política Económica de la campaña de Sandoval.
Los dos funcionarios intervinieron en las asignaciones de obras para empresarios allegados. Navarro, de hecho, era socio comercial de Rodrigo Ramos Garibi en las costructuras NRC Desarrollos Inmobiliarios y Promotora Inmobiliaria Alte.
Ramos Garibi, señala Reforma, era un pequeño empresario hasta 2009 y ahora se ostenta como uno de los más importantes constructures de Jalisco.
Los contratos fueron otorgados entre 2010 y 2011, cuando Navarro era secretario de promoción económica de Guadalajara, mediante invitación restringida y adjudicación directa la mayoría a pesar de que sus ofertas presentaban sobreprecios y muchas de las empresas compartían domicilios fiscales y socios.
Reforma señala que algunos de los contratos adjudicados a las empresas de los operadores de Peña Nieto fueron fondeados con recursos provinientes de una deuda de mil 100 millones de pesos adquirida durante la administración de Sandoval oara un programa de pavimentación con concreto hidráulico para los Juegos Panamericanos.
Fue Mauricio Gudiño Coronado quien operó el crédito. Gudiño renunció al cargo en marzo pasado para integrarse a la campaña de Enrique Peña Nieto. En ese entonces sólo se había ejercido más del 70% del crédito.
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