Durante el debate presidencial tanto Gabriel Quadri como Enrique Peña Nieto hicieron una propuesta sumamente imbécil: privatizar las cárceles. Quadri llegó al grado de decir que se debería hacer eso en México como se hace en Estados Unidos.
Las cárceles privatizadas son un enorme negocio para unos cuantos en EU con dinero del erario, y son también son un nido de corrupción. Michael Moore divulgó esto en su documental Capitalism: A Love Story.
En el documental se narra el caso de una prisión de menores en donde los dueños recibían miles de dólares al mes del gobierno estatal por cada recluso que estuviera encarcelado.
Para incrementar sus ganancias, los dueños de la cárcel sobornaron a un juez para darle condenas de prisión a jóvenes que habían cometido faltas menores (alzar la voz en clase o cosas así) o para impedir que salieran de prisión en meses.
Yo no se por qué Quadri defendió a las cárceles privadas con el modelo de Estados Unidos. O de verdad ignora cómo funcionan realmente esas cárceles (con hacinamiento, etc), o sí lo sabe y cree que la gente en México es tan ignorante que no van a poder averiguar.
¿Quién se beneficia de las cárceles privadas? Los dueños. Ni se beneficia la sociedad ni el erario.
Y Peña Nieto está igual; sabe perfectamente que es sólo una manera de darle dinero del erario a unos cuantos en vez de resolver el verdadero problema de las cárceles en México: mucha gente pobre encarcelada por robar para comer, en vez de tener refundidos en la cárcel a los políticos y empresarios corruptos.
Claro, esos son los que quieren que Peña Nieto sea presidente; para seguir teniendo impunidad.
Por eso mejor AMLO 2012.
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