Carmen Aristegui dio a conocer ayer en su programa de radio que la empresa GMC, acusada de lavar dinero del narco para el ex gobernador priista de Tamaulipas, Tomás Yarrington, recibió 521 millones de pesos en contratos de SCT entre 2006 y 2011. Es decir, durante el sexenio de Calderón y el último año del sexenio de Fox.
El asunto no me extrañó ni tantito. Máxime si consideramos que la prensa local de Tamaulipas, dice el reporte de Aristegui,cita a Alberto Berlanga, ex secretario de Obras Públicas y Desarrollo Urbano del gobierno del ex gobernador priista de Tamaulipas, Eugenio Hernández, como el sucesor de Tomás Yarrington como uno de los inversionistas en esa empresa.
¿Qué tiene que ver eso? Mucho. Vea usted por qué:
El 2 de julio de 2006, día de la elección presidencial, Eugenio Hernández, entonces gobernador de Tamaulipas, recibió una llamada telefónica de Elba Esther Gordillo en la cual le dice que el PRI se cayó a nivel nacional en la elección, pero que estaba alto en Tamaulipas. Le sugiere entonces "vendérselo" a Felipe Calderón. La lectura que se le da a esto es que Gordillo le está sugiriendo a Hernández que ayude al PAN alterando actas electorales para que parezca que ganó Felipe Calderón. Aquí el audio de es llamada:
Al siguiente día de esa llamada, ya consumado el fraude, Eugenio Hernández recibe otra llamada. Esta vez del panista Pedro Cerisola, quien le agradece a Hernández y le dice que cree que se le "sobregiró". Es decir, le agradece por el fraude, pero le sugiere que lo hizo en demasía.
El detalle, es que Pedro Cerisola era el secretario de Comunicaciones y Transportes con Vicente Fox.
¿Quién le dio contratos millonarios a la empresa que presuntamente lavaba dinero del narco para Yarrington? Pues la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Por lo cual, como dije, no me extraña ni tantito que el gobierno de Fox, en 2006, y el de Felipe Calderón, los siguientes 5 años, le hayan dado contratos multimillonarios a una empresa donde uno de los inversionistas era un ex secretario de Eugenio Hernández.
Ahora bien, se llegó a publicar en la prensa que las autoridades de Estados Unidos estaban exasperadas por el hecho de que el gobierno federal panista no castigaba a los ex gobernadores priistas por sus presuntos nexos con el narco. Entre ellos a Tomás Yarrington.
La pregunta es: ¿sabía el gobierno federal que la empresa de Yarrington a la que le estaba dando contratos multimillonarios había lavado dinero del narco?
Me resulta realmente difícil de creer que el gobierno federal panista no lo supiera.
Y si lo hubiera sabido, quiere decir entonces que Felipe Calderón prefirió darle dinero a una empresa coludida con el narco con tal de pagar factura por el fraude electoral de 2006.
Lo cual pondría en evidencia que la guerra contra el narco de Felipe Calderón fue una farsa, y que en realidad el PAN siempre estuvo coludido con el PRI.
Por eso mejor AMLO 2012.
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