Andrés Manuel López Obrador dio a conocer ayer en un mitin en Iztacalco, DF, que de llegar al poder ordenaría vender los aviones de la Presidencia para que todos los funcionarios públicos del gobierno federal tuvieran que viajar en vuelos comerciales.
Esto, dijo, para que todos los funcionarios se acustumbren a vivir en la justa medianía.
La idea es excelente. El mantenimiento y turbosina de los aviones presidenciales cuestan. Y de pilón, recientemente una corte de Estados Unidos dio a conocer que hubo corrupción de una empresa de Estados Unidos en los contratos de mantenimento de aeropnaves de la Presidencia de México.
Digo que es excelente porque por décadas en México nos hemos hecho a la idea de que el gobierno es sinónimo de lujos y riquezas para los que están en un cargo.
El problema es que esos lujos y riquezas los paga la gente.
Para acabar con la corrupción, debemos de dejar de pensar en el gobierno como una fábrica de políticos ricos y debemos empezar a verlo como lo que realmente es: un servicio para el público.
Aspirar a un cargo público no debería ser por una ambición de dinero, sino algo parecido al servicio social. Con una paga razonable, pero sin lujos ni privilegios.
"Es que si se reducen los lujos y sueldos altos de los funcionarios entonces van a robar", dicen los priistas. ¡YA ROBAN! Con todo y sueldazos y con todo y lujos y privilegios. Más bien con un sueldo austero, los que buscan el poder para poder enriquecerse ya no lo querrían hacer.
"Es que ¿cómo va a dejar de ganar su sueldote un empleado de una gran empresa que sea funcionario público? ¿Y si no ofrecemos sueldos altos ¿cómo vamos a tener a los mejores elementos en el gobierno?", dicen otros.
Respondo: 1. Robert McNamara, secretario de defensa de John F. Kennedy, renunció a su sueldote como gerente de Ford para ser funcionario de Kennedy. Nunca se quejó. Igual en México si alguien quiere ser servidor público que sea por vocación, no por ambición al dinero. 2. Hay muchos buenos perfiles para ser funcionarios que no requieren de un sueldo estratosférico. Me consta. Un sueldo razonable sí, pero no las mentadas de madre de 200 mil pesos al mes que hay en la actualidad. Agregaría que si un funcionario en potencia ni quiere trabajar porque no le gustó la paga, entonces no vale la pena, ya que lo que busca no es servir, sino servir-se.
En cambio con el PRI y con el PAN esperen más de lo mismo: sueldos rateros de más de 200 mil pesos al mes, lujos, privilegios (con cargo al erario) y aviones privados. Todo con cargo al erario.
Por eso mejor AMLO 2012.
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