De acuerdo con El Universal, uno de los permisos que destaca es el que le otorgó Semarnat en 2009 para un cambio de uso de suelo en terrenos forestales para el proyecto Wal-Mart Supercenter la Cruz, en Playa del Carmen, Quintana Roo.
Esto debido a que pese a que se hizo un análisis de impacto ambiental, y se hicieron recomendaciones al respecto, puesto que la tienda se ubica en selva media, aún no se ha constatado que se haya cumplido con lo pactado.
En la región donde se ubica la tienda se eliminaron 30 mil metros cuadrados de vegetación.
Además, en Zacatecas se le otorgó a Wal-Mart un “registro como generador de residuos peligrosos”, sin que se especifique su vigencia.
También se le otorgaron permisos para que Wal-Mart se auto-abasteciera de energía en zonas donde las tarifas son altas, incluyendo Hermosillo, Sonora, Cancún, Ensenada, Nogales, Acapulco y Plaza San Pedro. Todos con vigencia indefinida.
Uno de los permisos de Wal-Mart para construir una tienda en Teotihuacán data de 2004, cuando, de acuerdo con el New York Times, la trasnacional estuvo pagando sobornos a funcionarios mexicanos para acelerar permisos de construcción.
Quien otorgó el permiso por parte del INAH, ya que la tienda se encontraba en una zona arqueológica, fue Maribel Miró Flaquer, en ese entonces delegada del INAH en el Estado de México, por medio de la licencia 401/725/2/103p/04 en mayo de 2004.
Por si fuera poco, el gobierno federal panista se ha negado a entregar información de Wal-Mart tras diversas solicitudes de transparencia.
El Universal señala que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores se ha negado en varias ococaciones a entregar información sobre los datos de Wal-Mart, como la solicitid de la trasnacional para la creación y autorización de su banco, Wal-Mart México Adelante.
Se ha negado, además, a entregar el acta constitutiva y apéndices de las empresas que integran Suburbia, Operadora Vips, Restaurante el Portón, Banco Walmart de México Adelante S.A.
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