Jenaro Villamil, periodista de Proceso, soltó el domingo 22 de abril una bomba respecto al equipo de asesores salinistas en la campaña de Enrique Peña Nieto.
Especificamente, Villamil señala a Pedro Aspe, José Córdoba Montoya y a Santiago Levy como asesores de Peña Nieto.
Los tres fueron funcionarios del gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Córdoba Montoya era, en los hechos, una especie de vicepresidente con Salinas, su brazo derecho.
Aspe es impulsor de las privatizaciones en el sector energético, mismo discurso que ahora maneja Peña Nieto respecto a Pemex.
Pequeño detalle: la gestión de Aspa, quien fue secretario de Hacienda con Salinas, derivó en la crisis económica de diciembre de 1994, la cual se agudizó meses después.
Córdoba Montoya, señala Villamil, es quien ha impulsado la idea de un presidencialismo total, sin plurinominales que permitan un congreso que realmente le haga contrapeso al poder ejecutivo. Curiosamente, Peña Nieto, quien originalmente quería una cláusula de gobernabilidad que le diera más plurinominales al PRI, y de esa manera garantizar la mayoría absoluta, de repente el año pasado se echa para atrás y empieza a exigir que se eliminen 100 plurinominales.
El proósito era el mismo; que el ejecutivo tuviera control sobre el congreso. La diferencia es que la propuesta de la eliminación de plurinominales, según Villamil, es de Córdoba Montoya.
Es decir, Córdoba, otrora brazo derecho de Salinas, quiere una especie de totalitarismo desde la presidencia; algo muy, pero muy cercano a una dictadura.
El detalle, es que Córdoba Montoya fue señalado como posible involucrado en el asesinato de Luis Donaldo Colosio. El propio padre de Colosio declaró en 1995 de acuerdo con un texto de Renato Consuegra:
Luis Colosio Fernández, padre del candidato del PRI a la presidencia de la República, fue directo el 21 de marzo de 1995, al cumplirse un año del asesinato de su hijo: "Ojalá que cuando (la investigación) llegue a Córdoba (el presidente Zedillo) no se eche para atrás".
Ante tal afirmación, la corroboración pedida por el reportero de El Imparcial de Hermosillo, Sonora, que lo entrevistó entonces y que se publicó hasta el 24 de marzo de ese año a petición del entrevistado, llevó a la reiteración:
-¿Córdoba, don Luis? ¿José Córdoba Montoya? ¿Usted cree que él pudo haber planeado el asesinato?
-Creo que él tuvo mucho que ver.
Sospechosamente, el gobierno de Ernesto Zedillo nunca quiso investigar ni a Salinas ni a Córdoba Montoya por el asesinato de Colosio, practicamente exonerándolos y dándole carpetazo al asunto.
Respecto a Santiago Levy, quien fuera subsecretario de Hacienda con Zedillo, Villamil señala que lo contrató Peña Nieto como asesor y que, de acuerdo con un testimonio, Peña Nieto "está completamente embrujado por los funcionarios de organismos internacionales, entre ellos Levy."
Levy, cabe recordar, fue director del IMSS con Vicente Fox (otra prueba de que el PAN y el PRI son lo mismo). Pequeño detalle: fue Santiago Levy quien impulsó el esquema de guarderías subrogadas que derivó en la tragedia de la guardería ABC en Hermosillo Sonora.
Esos son los asesores de Peña Nieto; tres salinistas que han demostrado haber llevado al país a la catástrofe y que ahora regresan a imponer el mismo salinismo que llevó al país a la ruina, pero esta vez detrás del títere llamado Enrique Peña Nieto.
Por eso mejor AMLO 2012.
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