La versión que fue aprobada por una mayoría de los diputados, excepto por 19 de ellos, permitirá las candidaturas ciudadanas en 2015, pero no la reelección legislativa ni la revocación del mandato.
En lo que respecta a la consulta ciudadana, la reforma política sólo beneficiará al titular del ejecutivo, ya que podrá convocarla sin mayor trámite. Sin embargo, el congreso y los ciudadanos tendrán trabas para hacerlo.
Para el congreso, la traba consiste en que sólo podrá llamar a consulta si 33% de sus integrantes lo aprueban.
Para los ciudadanos la traba es peor, ya que para que la ciudadanía pueda llamar a consulta se requerirá de que 2% de la lista nominal del padrón electoral lo aprueben, lo cual representa actualmente 1.6 millones de personas.
Esto para convocar a la consulta, cabe señalar.
Peor aún: como la lista nominal del IFE crece año tras año, la cantidad de personas que tendrán que firmar para que se avale la convocatoria a la consulta ciudadana crecerá cada año.
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