Josefina Vázquez Mota incluyó en sus papeles de registro de candidatura ante el IFE un examen toxicológico en donde sale negativa, y una prueba del polígrafo.
El IFE no requiere ni uno ni otro, pero Josefina los presentó como estrategia mediática.
¿Qué quieren decir los exámenes de Josefina? Dos cosas:
1. El examen toxicológico, asumiendo que se usó una prueba de orina de verdad de ella, indicaría que no tiene problemas de droalcoholismo o de consumo de drogas. La nota de El Universal respecto a su candidatura, no obstante, no menciona si se midió consumo de alcohol.
2. La prueba del polígrafo no significa nada. Significa, en todo caso, que Josefina es una experta mentirosa, ya que el polígrafo no detecta mentiras; detecta cuando hay reacciones físicas.
Sí; el polígrafo lo que detecta es si una persona suda o si su ritmo cardiaco se acelera, ya que, según el inventor del polígrafo, todos los seres humanos sudan y se les acelera el ritmo cardiaco cuando mienten.
Pero es es falso. Un mentiroso consumado ni va a sudar ni se le va a acelerar el ritmo cardiaco cuando miente. Porque si le gente no fuera capaz de controlar sus reacciones fisiológicas al mentir, nadie mentiría; todo el mundo se daría cuenta siempre cuando alguien miente.
Pero no es el caso.
Y todos sabemos que Josefina Vázquez Mota ha mentido en diversos temas. Por ejemplo, diciendo que no tuvo nada que ver con Elba Esther Gordillo. O negando tener responsabilidad en el desvío de recursos de la Sierra Tarahumara, o alegando que logró "acuerdos" siendo diputada.
Así que presentando una prueba de polígrafo ante el IFE, en realidad lo que Josefina admite es que es una experta mentirosa.
Por eso mejor AMLO 2012.
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