Jorge L. Borges, refiriéndose al castellano del argentino, escribió : “del ambiente distinto de nuestra voz, en la valoración irónica o cariñosa que damos a determinadas palabras, en su temperatura no igual”
La voz, soporte de la palabra hablada, es sonido y algo más. Ella (la voz) dibuja un pliegue entre lo ajeno y lo propio, entre lo conocido y lo familiar, entre lo interior y lo exterior. Un triste cuento infantil- La Sirenita- nos muestra como la voz puede entregarse por amor.
La voz es sonora y muda: La gente suele hablar de la voz de sus pensamientos, o expresar que le faltó la voz, lo cual suele ser la señal angustiante de la pesadilla. La voz en tanto sonido es cuerpo, un cuerpo extraño habitante y habitado al que sin embargo creemos estar habituados.
Este video, que invitamos a ver más abajo, hace vacilar ese hábito, el video está disponible en este link: http://xurl.es/0gxlt
No hay comentarios.:
Publicar un comentario