Me consta el rencor que hay contra el empresario Alfonso Romo Garza en cierto sitio que solía ser pejista y que ahora es peñanietista. Principalmente por envidias, me parece.
Es por eso que el sitio Reporte Índigo, propiedad de Romo, ha estado vetado ahí. Que para no darle visitas.
Confieso que hasta yo me llegué a creer la guerra sucia contra Romo que ahí se difundía. Ya no me la creo. Pero es irrefutable: Las investigaciones de Reporte Índigo, particularmente las de Anabel Hernández, han cimbrado al país varias veces.
Romo, como muchos otros empresarios mexicanos, se cansó de la situación en la que se hundió el país con el PAN y el PRI. Por eso, junto con el empresario Fernando Túrner, decidió apoyar a Andrés Manuel López Obrador.
El apoyo de Romo a AMLO ha sido fundamental en el acercamiento que ha tenido con los empresarios. Los intentos de acercamiento que tuvo AMLO con empresarios previo a la entrada de Romo en el equipo de AMLO fueron muy débiles.
Peor: gracias al escandalito que causó una persona elegida directamente por quien ataca a Romo —una loquita que le mentó la madre a las personas que buscaban acercamiento empresarial con AMLO— bien pudo haberse causado que los empresarios no le volvieran a hacer caso.
Fue hasta que Fernando Túrner y Alfonso Romo se organizaron para de verdad acercar a AMLO con los empresarios que las cosas cambiaron para bien. Todas las reuniones que AMLO ha tenido con empresarios desde entonces han sido sumamente exitosas.
...Y las envidias contra Romo crecieron.
Así que ahora Alfonso Romo recibe ataques de guerra sucia por haber cometido el pecado de tener una empresa que emitió bonos de deuda en los cuales invirtió dinero Augusto Pinochet.
Para los que no saben, un bono de deuda es un instrumento público de inversión que consiste en recibir dinero de inversionistas con la promesa de pago a futuro con un porcentaje de ganancia sobre la inversión.
Es decir, es una manera de pedir dinero prestado con promesa de pago le vaya como le vaya a la empresa.
Como dije, los bonos de deuda son públicos. Cualquiera puede adquirir uno cuando lo ofrece una empresa. Además, legalmente no se le puede negar la venta de bonos de deuda a nadie.
Por consiguiente, a la empresa de Alfonso Romo a la cual Augusto Pinochet le compró bonos de deuda le hubiera sido imposible negarle la venta de bonos.
No sólo eso; cuando eso ocurrió, nisiquiera se sabía que Pinochet tenía cuentas secretas con millones de dólares. Eso se dio a conocer en marzo de 2005. La inversión en bonos de la empresa de Romo ocurrió entre 1998 y antes de 2001, años antes de que se supiera que Pinochet tenía cuentas secretas. Para Romo hubiera sido imposible saber que quien le estaba comprando bonos era Pinochet.
Pero además, al final la empresa de Romo quebró en 2002 (manejaba transgénicos y las denuncias contra los trasngénicos le afectaron), por lo cual nisiquiera le regresaron el dinero a Pinochet.
En pocas palabras, Romo ofreció bonos de una empresa, no tenía manera de negarle la venta de los bonos a nadie y nisiquiera pudo haber sabido que el dinero era de Pinochet, a quien al final nunca le pagó porque la empresa quebró.
Esto lo sabría cualquiera que supiera medianamente sobre finanzas. Por lo cual acusar a Romo de manejar dinero de Pinochet se convierte en un caso muy burdo de guerra sucia contra el empresario simplemente por envidias.
Ahora bien; aquí no sólo opera la envidia contra Romo. Opera también la intención de sabotear a AMLO; de hacerle el trabajo sucio al PRI para que Enrique Peña Nieto gane las elecciones.
Si yo digo que alguien recibe línea del PRI es porque me lo dijeron en mi cara. Si digo que alguien gustoso se hubiera ido con Peña Nieto es porque también me lo dijeron en mi cara. Yo no digo mentiras.
Lo lamentable del caso es que todavía hay quienes caen en la guerra sucia contra AMLO y hasta creen que quien la difunde es lopezobradorista, cuando en realidad es peñanietista que se DICE pejista porque pretende hacer negocio vendiendo un producto a ese público mientras espera que llegue el PRI al poder para poder buscar chayos.
Claro, siempre y cuando de verdad gane Peña Nieto. Porque si no gana, le puede decir adiós a los chayos. Por lo menos en el gobierno federal.
Por eso mejor AMLO 2012.
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