Fidel Castro anunció ayer en su columna Reflexiones que se reunirá con el Papa Benedicto XVI, lo llamó "su excelencia" y recordó que también se reunió con Juan Pablo II.
Las palabras textuales de Fidel:
"Gustosamente saludaré mañana miércoles a Su Excelencia el Papa Benedicto XVI, como lo hice con Juan Pablo II, un hombre a quien el contacto con los niños y los ciudadanos humildes del pueblo suscitaba invariablemente sentimientos de afecto".
Hasta el momento de escribir esta columna no he visto a un sólo ultra-archi-mega-requetecontra-bienmucho izquierdista razgarse las vestiduras.
¿Dónde quedaron los reclamos por los curas pederastas? ¿Dónde quedaron los gritos de "¡traición!" y los reclamos de sumisión y otros etcéteras?
No, esos se los aplicaron nadamás a Andrés Manuel López Obrador por ir a sentarse en una silla en la misa de Benedicto XVI en Guanajuato. Hasta lo amenazaron con retirarle el voto.
Que al final lo más sobresaliente de eso fue la foto que le tomaron cuando Vicente Fox lo buscó para saludarlo.
"Es que es diferente", me dijeron hace unos días en Twitter.
Sí, claro. "Diferente." AMLO no es un dictador.
Por eso mejor AMLO 2012.
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