Con el título ponzoñoso -y, respondiendo al estilo de Zuckermann, exageradamente mamón- "AMLO: un gobierno de la tercera edad", el destacado opinólogo de bolsillo intenta convencer a la opinión pública de que un eventual gobierno de López Obrador no sería lo más conveniente para el país, un país de jóvenes; y sobre esa base concluye que el tiempo de López Obrador "ya pasó" y que "el mejor candidato de la izquierda hubiera sido Ebrard".
Con tales argumentos tan discriminatorios como imbéciles, no resulta raro que en las redes sociales se haya puesto a Zuckermann como palo de gallinero. Los tuiteros mexicanos literalmente le dijeron de todo al jovenazo Zuckermann, desde "Peter Pan región 4" hasta "momia envuelta en bótox".
Más allá de los apodos chacoteros que se le puedan endilgar a dicho columnista, lo preocupante es que deja ver el verdadero talante de la derecha que, ante la falta de elementos para criticar otra cosa, critican la edad de sus adversarios políticos. Primero fue la mentira imbécil del "AMLO está enfermo", que como no "prendió" en la opinión pública porque ésta no es estúpida, ahora quiere reforzarse con el "AMLO hará un gobierno de ancianos", en un intento ridículo por alienar a los jóvenes en contra del movimiento liderado por el tabasqueño. Ignora de manera intencional y cínica Zuckermann el hecho de que una base fundamental del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) son los jóvenes de este país, hartos de ser gobernados por "muchachones" artríticos, reumáticos, achacosos, pero expertos en raterías.
Por otro lado, al "chamaco" Zuckermann no parece incomodarle el hecho de que Vázquez Mota no se haya atrevido aún a dar a conocer a quienes integrarían su gabinete, quizá por el hecho de que está rodeada de pura caquita azul, lo más granado de la delincuencia organizada panista. Para el puberto Leo Zuckermann es más relevante que el gabinete de AMLO sea de gente mayor, que la opacidad absoluta con que Vázquez Mota se maneja en ese tema, o el cinismo rampante de un Peña Nieto que no tiene empacho en exhibirse junto al góber precioso, en un adelanto de lo que nos espera si llega a ocupar Los Pinos.
Nada de eso le parece grave a Sucker Man. No, para él lo escandaloso, lo inadmisible, es que en el gabinete de López Obrador haya gente con experiencia pero, sobre todo, con amor incondicional a México, algo que ni Vázquez Mota ni Peña Nieto, ni sus respectivos equipos integrados por verdaderos pillos, ni un anciano decrépito de 40 y tantos años, pero con la mente en estado de putrefacción y agusanada, tienen ni tendrán jamás.
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