La Secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, lanzó ayer una advertencia no muy velada contra los funcionarios públicos mexicanos coludidos con el narco: le va a ayudar al gobierno mexicano a detectarlos. Que porque le parece indamisible que los funcionarios lucren con el crimen organizado.
En realidad Estados Unidos ya los tiene detectados. El detalle es que los gobiernos mexicanos nunca han querido detenerlos.
Y es que en la actualidad, los tres funcionarios con los mayores señalamientos por narco son los tres ex gobernadores de Tamaulipas Manuel Cavazos, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández.
Clinton, desde luego, no especificó a qué funcionarios se refiere, así que el regaño igual podría referirse a funcionarios del gobierno de Calderón.
Lo cierto es que los juicios actualmente en Estados Unidos por narco involucran a ex funcionarios priistas. Especificamente a Tomás Yarrington, quien es acusado en Texas ante una corte federal por cuatro testigos protegidos de recibir dinero del Cártel del Golfo y de los Zetas.
Y de acuerdo con El Universal, la frustración de Estados Unidos es porque ni los gobiernos del PRI ni los del PAN han querido investigar a gobernadores del PRI.
Ahora bien; el PAN perderá las elecciones presidenciales. Si gana el PRI, y si Estados Unidos insiste en que se persiga a funcionarios mexicanos por narco, el PRI gustoso cooperará para que detengan... a ex funcionarios panistas.
De hecho, el PRI tiene a dos ex gobernadores panistas en la mira: Ernesto Ruffo y Eugenio Elorduy. Tal vez por eso es que a Ernesto Ruffo, quien es el más expuesto debido a las acusaciones en su contra de haberle dado protección a los Arellano Félix, lo está proponiendo el PAN para candidato a Senador. Ya en el Senado, Ruffo tendría fuero 6 años.
Y es que para el PAN sería inadmisible que encarcelaran a su primer gobernador en la historia de México aunque fuera culpable.
Con Elorduy no hay tanta bronca porque las acusaciones que hay son de que su ex escolta le daba protección al narco, pero contra el directamente no hay acusación.
Ahora bien; si AMLO gana la presidencia, entonces otro gallo cantaría. Para empezar, AMLO le diría a Hillary Clinton que gracias pero no va a permitir intervencionismo de Estados Unidos en México.
En segundo lugar, AMLO pondría a la PGR a hacer las investigaciones y quien resulte resobsable tendría que responder ante las autoridades.
Es decir, Estados Unidos no tendría ya que estar lanzando amenazas veladas de que va a ayudar a que agarren a funcionarios.
Por lo pronto, estando el PAN en el gobierno federal, la advertencia de Hillary Clinton fue para el PRI, partido que tiene ahora varias acusaciones de haberse beneficiado por el narco. Especialmente si consideramos que Hillary Clinton medio habló bien de la guerra contra el narco de Felipe Calderón. La pregunta es: ¿cuándo se verá al primer pez gordo?
Por eso mejor AMLO 2012.
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