Ya de plano es el colmo. De acuerdo con Proceso, el PRI acarreó a cientos de personas, la mayoría indígenas, a un mitin en Chilapa, Guerrero, y les dio tortas de jamón y tacos de huevo.
Pero como la comida estaba en mal estado, los acarreados se intoxicaron, presentando síntomas de dolor de cabeza y vómito, por lo cual los tuvieron que hospitalizar.
Pero como era tantos (al menos 200 y hasta 500 mujeres, niños y varones), de plano los tuvieron que amontonar en el auditorio municipal, ya que no cabían en el hospital.
Que le sirva de advertencia a los que van a los mítines del PRI por una torta y un chesco. Al PRI no le importa su salud. Y si intoxicó a 500 de sus propios acarreados, ¿qué no le harán a México?
Por eso mejor AMLO 2012.
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