Apenas el domingo pasado apareció publicada en El Universal una entrevista en la cual se hablaba de los hijos que Peña Nieto tuvo fuera del matrimonio. De inmediato, los que reciben línea del PRI salieron con que no hay que meterse con la vida privada del precandidato priista.
Pero ayer, Reforma dio a conocer que la mujer con quien Peña Nieto tuvo a uno de sus hijos fuera del matrimonio, Mariza Díaz Hernández, tachó al ex gobernador mexiquense de mentiroso, sugiriendo que ni procura la manutención de su hijo, ni es el único que tiene fuera del matrimonio.
Es decir, el asunto ya se convirtió en un posible delito por parte de Peña Nieto, ya que el no dar una pension alimentaria a los hijos es ilegal.
Ahora bien, es una estupidez decir que no se debe de hablar de la vida privada de los políticos cuando su vida privada pinta un perfil que el electorado debe considerar a la hora de votar.
El electorado tiene derecho a saber:
1. Que si Peña Nieto no tuvo problema con traicionar a su esposa, menos lo trendrá para traicionar al pueblo.
2. Que si Peña Nieto no atiende a su hijo fuera del matrimonio, menos atenderá a 112 millones de mexicanos que ni conoce.
3. Que la imagen de católico y conservador de Peña Nieto, que va y le dice al Papa que se va a casar con Angélica Rivera, es una farsa.
Eso nadamás para empezar.
Ahora bien, no nos hagamos tarugos. Enrique Peña Nieto renunció al derecho a la vida privada precisamente desde el momento en el que, sabiendo que tenía las cámaras enfrente, le dijo al Papa que se iba a casar.
Renunció al derecho a la vida privada cuando aceptó aparecer él y su familia en cuanta revista del corazón se le pusiera enfrente.
Renunció al derecho a la vida privada cuando convirtió a su vida privada en un largo y frívolo acto de campaña.
La vida privada de Peña Nieto dejó de serlo cuando decidió que al no tener propuestas viables para el país, le vendería imagen al electorado. Y es no sólo el derecho, sino la obligación de los mexicanos el señalar a la farsa que es su vida privada para que la gente sepa la farsa que Peña Nieto es como candidato.
Como dije, no lo atacan y piden no atacarlo los que reciben línea del PRI y se esconden detrás de una fachada de izquierda pejista sin serlo. Son los mismos que dicen que mejor hay que bajar primero del segundo lugar a Josefina Vázquez Mota para que sus votos se vayan con AMLO.
Lo que no dicen, es que la segunda opción de voto de los panistas no es el Peje, sino Peña Nieto. Por eso precisamente atacan a Vázquez Mota; para darle más votos al PRI.
En cambio —y esto lo dice Mitofsky— los priistas preferirían votar por AMLO 2 a 1 antes que votar por el PAN. Y es precisamente por eso que las baterías de la izquierda deben enfocarse en criticar a Peña Nieto.
El que les diga lo contrario, los está engañando.
Por eso mejor AMLO 2012.
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