El problema de Alejandra Barrales

Por Victor Hernández

Poco antes de que se diera a conocer el resultado de la encuesta del DIA para el GDF, Alejandra Barrales declaró que se reservaba el derecho de dar una opinión definitiva sobre el resultado de la misma. Que porque hubo irregularidades en el proceso.

O sea, que no iba a aceptar el resultado.

Por contraste, Martí Batres y Gerardo Fernández Noroña acepteron el resultado de la encuesta y apoyaron a Miguel Ángel Mancera cuando fue anunciado como ganador de la misma. ¡Noroña! Al que todos tachaban de rijoso y radical.

¿Por qué llegó Barrales a esa lamentable situación—y la cual podría causar una fuerte división en la izquierda?

Creo que mucho tuvo que ver el hecho de que le vendieron la idea de que la podían hacer Jefa de Gobierno simplemente con publicidad.

Paga tanto, te ponemos un anuncio por aquí, una asesoría por allá, un cebollazo por acullá en algún blogcito que nadie lee y con eso ya la hiciste.

Pero cuando nada de eso funcionó, los que le vendieron a Barrales que sería Jefa de Gobierno la abandonaron a su suerte. ¿Por qué? Porque nunca les importó un proyecto de izquierda de verdad. Les importó sacarle dinero al que se dejara.

Es decir, le aplicaron la misma que en su momento le aplicaron a Dante Delgado en Veracruz.

Y que conste: en blogdeizquierda.com le advertimos a Barrales que eso iba a pasar. No hizo caso.

Por otro lado si Barrales hizo una campaña basada en imagen, lo lógico es que le aplicaran una dosis igual. ¿Cómo se va a quejar por eso?

Ahora la pregunta es qué va a hacer Barrales. Porque si desconoce a Mancera, y rompe con la izquierda, sólo tiene dos rutas: o el PAN o el PRI.

O bien, negociar un buen repechaje.

Creo que debe ser una buena lección para la izquierda: no puede ningún político de izquierda apostarle sólo a una campaña de imagen, como lo hacen el PAN y el PRI. A lo único que lleva es al desastre y le abre la puerta a los vivales —que operan para el PRI— para causar situaciones como esta.

Por eso mejor AMLO 2012.

PD: Yo insisto; no tengo nada en lo personal contra Alejandra Barrales. Pero creo que debe de ser congruente y admitir que ella también jugó con dados cargados con su inundación de propaganda en el DF. Ya no se puede quejar si se la aplican igual.