Al diputado federal priista David Ricardo Sánchez se le ocurrió la puntada de proponer una iniciativa de reforma al COFIPE para hacer obligatorio el voto.
Es decir, el voto en México dejaría de ser un derecho de los mexicanos y se convertiría en una obligación.
Es decir, en una imposición autoritaria.
La iniciativa ya está en comisiones en San Lázaro, y de aprobarse en el siguiente periodo de sesiones, podría aplicar para las elecciones presidenciales de julio próximo.
El PRI alega que es necesario obligar a los mexicanos a votar porque hay mucho abstencionismo y eso le quita legitimidad al que gana las elecciones y genera cuestionamientos.
También alega que sale muy caro cada voto con un abstencionismo de arriba de 55%: casi de 350 pesos por voto.
(Que la verdad no se de qué se queja el PRI, ya que más se gastaron en Yucatán despensas y dinero en efectivo —500 pesotes por despensa— para comprar votos).
Pero además es una gran hipocresía del PRI, quien ha usado la táctica de tratar de espantar a la gente para que no salga a votar en el pasado.
¿Por qué entonces obligar ahora a la gente a votar?
Veo 3 posibilidades:
1. El dinero que se le asigna a los partidos políticos se determina en base a la cantidad de gente registrada en el padrón electoral y también en base a la cantidad de gente que vota. Más votos, más dinero a los partidos. El PRI se lleva la tajada más grande actualmente.
2. Al PRI realmente no le alcanzan los votos para Peña Nieto para poder ganar la elección. Si se obliga a la gente a votar, mucha gente que no vota lo haría por inercia por el que más salga en la tele. Y el que más va a salir en la tele, con mÏs del 50% del tiempo aire para spots, es Enrique Peña Nieto.
3. Encima de eso, el PRI no podrá tener mayoría absoluta en el congreso. A menos de que el PRI lograra hacer que más gente vote por el PRI —de nuevo por inercia— al obligar a todos los electores a votar.
Ahora bien, soy el primero en criticar el voto nulo y el abstencionismo. Pero no se puede negar que el no votar o anular la boleta es un derecho de todos los ciudadanos registrados en el padrón electoral. El que quiere vota y el que no no.
¿Por qué tiene que estar obligado el ciudadano a votar si no le convencen las opciones políticas que hay? El que el PRI no haya logrado convencer a más gente de que vote es culpa del PRI, de su corrupción, de su autoritarismo y de sus pésimos gobiernos. No tiene que pagar el ciudadano de a pie por las cochinadas que haga el PRI.
Si queremos evitar el abstencionismo o el anulismo, se debe hacer convenciendo a la gente, no obligándola.
En todo caso, este nuevo disparate del PRI viene a confirmar por enésima vez que el PRI es un partido autoritario, al cual no le interesa cambiar ni hacer un mejor trabajo para convencer al electorado. No; es más fácil para el PRI obligar al ciudadano a hacer lo que el PRI quiera a la fueza, como lo hizo durante 71 años, y ahora quiere volver a hacer.
NO al autoritarismo priista. SÍ a la libertad y a los derechos del ciudadano.
Por eso mejor AMLO y Martí 2012.
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