Martí Batres es, luego de Miguel Ángel Mancera, quien saca un mejor balance del proceso de selección de candidato de las fuerzas progresistas a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
Dos datos llaman la atención de la encuesta: el alto nivel de conocimiento que lo puso al nivel de l@s otr@s contendientes punteros y el bajo nivel de opinión negativa, sólo después de Mancera. Es decir, buena parte de las y los capitalin@s conocen a Martí Batres y tienen una buena imagen de él.
Lo anterior a pesar de su baja presencia en medios de comunicación durante los casi cinco años que estuvo al frente de la Secretaría de Desarrollo Social capitalina y de afrontar el proceso perredista sin ostentar cargo público alguno.
Durante la "pre campaña", mientras otr@s contendientes acapararon espacios televisivos, incluso en la llamada prensa del corazón, Martí Batres tuvo una cobertura mínima. Lo mismo ocurrió en la radio y en la prensa escrita, donde aun el sector progresista le brindó poca atención.
Asimismo, en el rubro publicitario mantuvo una presencia discreta en contraste con la inversión millonaria desplegada por otr@s competidor@s quienes emprendieron la promoción de su imagen con hasta dos años de anticipación. Esto quiere decir que cada punto de conocimiento obtenido por Batres en la encuesta tuvo un costo en pesos mil veces menor al de l@s otr@s contendientes.
Martí Batres apostó por una estrategia de comunicación a ras de suelo donde privilegió la difusión directa de sus 50 Puntos hacia la Cuarta Transformación de la Ciudad de México.
De esta manera logró el contacto con habitantes de las 16 delegaciones del DF y con sectores específicos como estudiantes, feministas, trabajodor@s de la cultura, activistas de las redes sociales, militantes de base, académic@s, líderes de organizaciones de la sociedad civil y de organizaciones sociales.
Así, logró posicionar su plan de gobierno entre la sociedad e incluso entre quienes igual que él compitieron por la candidatura de la izquierda al Gobierno de la Ciudad de México, detalle que fue evidente en el debate, donde incluso hubo quien aludió al concepto Cuarta Transformación.
Otro aspecto destacable fue su política de alianzas. Mientras otras candidaturas punteras fueron arropadas por las corrientes hegemónicas del PRD, la de Martí Batres contó con el apoyo exclusivo de Izquierda Social, la expresión política que formó al calor de la emergencia del fraude electoral de 2006, así como con la adhesión individual de militantes de otras fracciones perredistas.
No obstante, logró el apoyo de lo que podríamos llamar la izquierda de la sociedad civil, así como de importantes líderes de opinión además de destacados intelectuales y artistas como Paco Ignacio Taibo II, Humberto Musacchio, Paloma Saiz, Dolores Heredia, por mencionar algun@s. De igual manera, Martí supo sumar el apoyo de Rosario Ibarra y Pablo Gómez, símbolos históricos de la izquierda que no se han alineado a la dinámica tribal del PRD.
Con lo anterior, la propuesta de Batres logró acumular un importante reconocImiento social, lo que seguro influirá positivamente al momento de integrar el programa de gobierno 2012-2018.
Adicionalmente, la madurez y responsabilidad política mostrada al momento de darse a conocer los resultados de la encuesta suman positivos a su imagen dentro de la izquierda pero también entre la población general.
Todo esto coloca a Martí Batres como uno de los actores principales en la actual lucha por la Jefatura de Gobierno y también en el desarrollo del próximo sexenio donde lo veremos participar destacadamente en el debate público sobre la ciudad y la izquierda.
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