En Estados Unidos es de lo más normal. En algún punto en su campaña, los candidatos presidenciales anuncian quienes serán sus candidatos a vicepresidentes y esas selecciones les ayudan a obtener votos (en teoría.)
Aunque, hay que decirlo, no les queda de otra. Por ley las boletas electorales tienen que mostrar el nombre del candidato a presidente y del candidato a vicepresidente.
En México no es así. Como a nadie se le obliga a dar a conocer a los posibles integrantes de su gabinete, solamente Andrés Manuel López Obrador ha divulgado antes de las elecciones a sus propuestas para su gabinete. Lo hizo en 2006 y lo hizo nuevamente en 2012.
Antier en un mitin, AMLO explicó por qué: porque de esa manera la gente puede votar no sólo por un presidente, sino por un gabinete.
Muy buena estrategia. Si Felipe Calderón hubiera dicho en 2006 que tendría en el gabinete a Javier Lozano, a Josefina Vázquez Mota, a Genaro García Luna o a Patrica Espinosa, pierde por un margen aún mayor.
Y si Enrique Peña Nieto dijera abiertamente hoy en día que su propuesta para la SEP es Elba Esther Gordillo, para Hacienda Arturo Montiel y para Segob a Humberto Moreira (bueno, ese cargo ya quedó en el aire), priistas por el estilo, nadie votaría por él.
Esa es otra de las razones por las cuales vale la pena apoyar al Peje. Con él sí sabemos a lo que le tiramos y no vamos a tener sopresas de último momento tan sólo para enterarnos de que le van a dar hueso en el gabinete a gente de lo peor, como ha ocurrido con el PAN y con el PRI.
Por eso mejor AMLO y Martí 2012.
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