El desesperado desplante de Carlos Loret de Mola en su columna de ayer en El Universal, en el cual sugirió que las críticas contra Enrique Peña Nieto era guerra sucia electoral pagada, pusieron en evidencia que el daño causado al priista por la pifia en la FIL, y el escándalo de insultos de su hija Paulina, es mucho mayor de lo que imaginamos.
Nunca antes se había visto algún empleado de Televisa en la necesidad de decir que las críticas contra Peña Nieto son propaganda pagada.
Se le ha acusado con pruebas a Peña Nieto de ser corrupto, autoritario, represor, despilfarrador, inepto, y pésimo gobernante, pero nunca tuvo que salir nadie a defenderlo. No era necesario. Los que manejan su campaña no lo venden como político honesto, sino como estrella de la farándula. La gente espera qu la gente de la farándula sea inmoral. Lo que no esperan es que demuestren ser unos pendejos y unos arribistas.
Siendo el caso, por mucho que se tache de corrupto a Peña Nieto, a la gente le da igual; votan por una foto, no por un político honesto.
El incidente de la FIL, y el escándalo de “la prole”, abrió un enorme boquete en esa imagen. Fue el momento en el que la gente que creía que votar por un galán de telenovela los hacía “ganadores” reaccionaron y dijeron “¡el rey está desnudo!” Simple y sencillamente a nadie le gusta que lo asocien con gente falsa e ignorante. Si antes eras un "ganador" por apoyar a un galán de telenovela, ahora eres un perdedor por apoyar a un ignorante y arribista, por muy galán de telenovela que sea.
Ahí es donde el PRI y los medios que le hacen coro ya no supieron qué hacer. Primero lo trataron de ignorar. Cuando no resultó, lo trataron de minimizar (hubo, por ejemplo, algunos plegados a los intereses del PRI que sugirieron que con una disculpa de la hija de Peña Nieto bastaba para que se arreglara el asunto); y cuando finalmente ya no pudieron tapar al sol con un dedo, salieron con lo de la guerra sucia.
Pero la gente no se los compró. Durante buena parte del día los twitteros tacharon de arrastrado a Loret y dejaron claro que ya no se van a dejar engatuzar.
Vamos, el semanario The Economist señaló que inclusive no sabiendo español era notorio lo bochornoso de lo que pasó en la FIL, y de inmediato hizo un paralelismo con Sarah Palin, la ex gobernadora de Alaska y ex candidata Republicana a vicepresidente cuya imagen se supone que debería levantar la campaña de John McCain en 2008, pero que al no saber decir qué periódicos o revistas cayó estrepitosamente en la intención de voto.
Algunos, incluyendo al propio Andrés Manuel López Obrador, han señalado que lo relevante no es que Peña Nieto no lea, sino la corrupción que representa—que sí es en sí algo grave. Pero como dijimos, a la imagen de Peña Nieto no tiras con acusaciones de corrupción; la tiras mostrando que es falsa.
Es por eso que no se debe de minimizar la ignorancia de Peña Nieto. Entiendo que Carlos Salinas de Gortari lea mucho y que eso no sea garantía de nada, pero el asunto nisiquiera es ese, sino el combate a la marrullería de la campaña de imagen de Peña Nieto. El haberse mostrado como un ignorante hizo que Peña Nieto destruyera su propia imagen de fantasía, y lo mostrara como realmente es.
Lo peor que le podía pasar a Peña Nieto era precisamente eso: mostrarse tal cual es. Porque destroza toda la campaña de imagen que se hizo para llevarlo al poder.
No minimicemos ni subestimemos lo que la ignorancia de Peña Nieto representa entonces. Representa la oportunidad para mostrar que Peña Nieto en realidad es un fraude.
Y eso no es jugar sucio. Eso es mostrar una lamentable realidad y abrirle los ojos a la gente.
Por eso mejor AMLO y Martí 2012.
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