La alianza de las izquierdas en el DF acaba de entrar en una situación muy grave, y que de no corregirse podría terminar en ruptura y en la postulación de dos candidatos de izquierda para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en 2012.
Hace exactamente un mes, el dirigente del PT en el DF, Adolfo Orive, declaró que había tres condiciones para que el PT apoyara a quien postule el PRD: que el candidato milite en la izquierda; que tenga una amplia trayectoria en la izquierda, y que firme un compromiso de llevar a cabo un plan de gobierno de izquierda.
Ayer Orive lo volvió a reiterar, pero agregando muy especificamente que el PT no va a apoyar ni a Mario Delgado ni a Miguel Ángel Mancera si cualquiera de los dos es postulado al GDF.
Delgado milita en el PRD, pero no tiene una trayectoria en la izquierda ni ha dado señales de estar dispuesto a comprometerse a un programa de gobierno de izquierda. Mancera ni militante de izquierda es.
La advertencia, esta vez con nombres y apellidos, ocurre luego de que Mario Delgado se auto-destapó para contender por el DF—lo cual en sí es una tomada pelo, ya que ha estado en campaña, rayando en lo ilegal, desde hace meses sin lograr subir en las encuestas. Esto fue visto en la izquierda como una intentona de imposición en la candidatura de izquierda.
Orive señaló—y tuvo razón—que si bien un candidato sin trayectoria de izquierda podría ganar algunos votos independientes, son más los votos que perdería de los electores de izquierda que no estarían dispuestos a apoyarlo.
Por consiguiente, el también diputado local hizo un llamado a Marcelo Ebrard para que induzca el proceso de selección de candidato del PRD hacia una figura de verdad de izquierda y evitar de esta manera perder el DF y, en la remota posibilidad de que pudiera ganar, el siguiente sexenio.
Se pronunció además por el método de selección de candidato que ya usaron AMLO y Ebrard: la encuesta. En esta encuesta, sugirió Orive, deberían estar Porfirio Muñoz Ledo, Alejandra Barrales, Martí Batres y Benito Mirón Lince por lo menos.
La pelota entonces está en la cancha de Marcelo Ebrard. De él dependerá que haya una verdadera candidatura de unidad en la izquierda para el GDF, o que se rompa la alianza con la imposición de un candidato rechazado por la izquierda.
Que Marcelo no le de más vueltas entonces; el candidato de izquierda al GDF, por ser el más competitivo y el mejor posicionado, debe ser Martí Batres.
Por eso mejor AMLO y Martí 2012.
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